
Está bien, ambos partieron ganando. 1-0 los dos y vale igual. Lo criticable es la forma. Por mucho que los venezolanos demuestran año a año sus progresos, aún son una fuerza futbolística de segundo orden en Sudamérica. Tanto Deportivo Italia como Caracas demostraron ser equipos bien armados, ordenados, pero con casi nula capacidad de generar peligro... y eso tienen que agradecerlo nuestros representativos nacionales.
Los albos ganaron sin brillar y recibieron numerosas críticas. Lo de la U, por ahí, es más grave. Había muchas más expectativas puestas en el equipo azul que en el cacique. Mejor plantel y campaña sustentaban el mayor favoritismo.
Más aún, los universitarios se encontraron con el partido resuelto muy temprano. Al minuto de juego, el juez peruano George Buckley sancionó penal por falta del ex Colo Colo José Manuel Rey sobre Juan Manuel Olivera. Una suerte porque aunque la falta existió, esas infracciones nunca se cobran en el inicio de un partido.
Olivera definió con frialdad y parecía que la fiesta azul que se trasladó hasta el estadio Sausalito de Viña del Mar sería inolvidable.
Pero fue una laguna como la que ronda el estadio. Los llaneros comenzaron a manejar la pelota, pero sin preocupar a la defensa de la U, comandada por el excelente Mauricio Victorino. Es más, vía contragolpe, los azules pudieron marcar cifras más rotundas.
En la segunda etapa se vio lo peor de los azules, que sólo corrían detrás de los mediocampistas venezolanos. Dominio que sólo llegaba hasta las cercanías del área. La ocasión más clara para Caracas llegó en los pies de Rafael Castellín, que sacó un remate violento de fuera del área que golpeó el travesaño de un derrotado Esteban Conde.
La U mejoró mucho con la entrada de Edson Puch que reemplazó a Walter Montillo, notoriamente disminuido tras su lesión. Con el ex Municipal Iquique en cancha, más Diego Rivarola, los dirigidos por Gerardo Pelusso se generaron algunas oportunidades, justo cuando el público comenzaba a impacientarse. Pero a 15 minutos del final, al no poder concretar esas chances, la U se dedicó a aguantar y a esperar que el reloj corriera.
De esta forma, Universidad de Chile sacó el premio mínimo, pero dejando tantas dudas como su archirrival blanco. Por lo menos, Pelusso tendrá tiempo para poder aceitar el funcionamiento antes del segundo encuentro copero, ante Universidad Católica, fijado para el 12 de marzo. Tiempo tiene y además, el estratega charrúa demostró autocrítica tras el tibio comienzo, ya que declaró que era el peor partido que le ha visto a sus pupilos.
“Si hablamos de lo que hizo nuestro equipo de inmediato te digo que podemos jugar bastante mejor de lo que hicimos hoy (ayer). Este a lo mejor es el peor partido que jugó el equipo. Fue un partido especial porque hicimos el gol de entrada ante un rival muy complicado que nos hizo muy pesada la tarea”, concluyó Pelusso.