Un voraz siniestro convirtió en cenizas el tradicional restaurante puntarenense. Bomberos tuvo una dura tarea, ya que la baja presión y lejanía del grifo obligó a utilizar agua del estrecho para aplacar las llamas.
Un voraz siniestro convirtió en cenizas el tradicional restaurante puntarenense. Bomberos tuvo una dura tarea, ya que la baja presión y lejanía del grifo obligó a utilizar agua del estrecho para aplacar las llamas.