
En Punta Arenas, lamentablemente, estamos acostumbrados a ver automóviles transitando por la pista izquierda, estacionados en doble fila, adelantando con maniobras indebidas a altas velocidades, acompañado del nulo respeto que existe por la circulación de peatones y por algunas señalizaciones tránsito.
Con respecto a este tema, las entidades de protección vial coinciden en que el 75% de todos los accidentes de tránsito son precedidos por algún tipo de distracción del conductor. Y el peligro que representan los teléfonos celulares al momento de conducir no es una novedad.
Ya en 1997, un estudio publicado por la revista New England Journal of Medicine, advertía que los usuarios de telefonía celular al conducir tienen de cuatro a cinco veces más probabilidades de tener accidentes que los que no los usan. Además, alertó sobre los equipos celulares que permiten tener las manos libres, indicando que no brindan una ventaja de seguridad respecto de los equipos de mano. En muchos países está penado por la ley “conducir utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua”, pero lamentablemente esto es algo que la gran mayoría de los conductores desestiman o desconocen.
Los infractores de los límites de velocidad, los adictos al móvil, los que realizan maniobras peligrosas, los que están cansados, junto con quienes mezclan peligrosamente alcohol y trasnoche, tienen un riesgo tres veces más alto de sufrir un accidente que los buenos conductores. El mal estado de las carreteras o las malas condiciones atmosféricas son factores importantes, aunque secundarios.
Al circular por las principales calles puntarenenses, podemos apreciar que muchos conductores utilizan su teléfono celular, sin tomar conciencia de los peligros que esto atrae. Si a esto le sumamos los pésimos hábitos al manejar que demuestran algunos magallánicos, tenemos como resultado una combinación letal, con resultados a la vista. En conclusión, todas las investigaciones hechas a partir de estas impresiones, coinciden en que hablar por teléfono mientras se conduce, reduce el tiempo de reacción en alrededor del 10% en términos del frenado y en un 20% en términos de acelerar después de frenar, lo que interfiere, a su vez, con la fluidez del tránsito.
Además, los usuarios de celulares, pese a usar indistintamente teléfono de mano, con audífono o manos libres, violan las señales de tránsito tres veces más que los conductores sin distracción. Los que manejan hablando por teléfono no perciben el ambiente de conducción, ya que alrededor del 70% de la información visual no se procesa en lo absoluto.
Tal vez algunos usuarios de teléfonos celulares puedan argumentar sobre su derecho a estar comunicados, sin embargo, en este punto no hay mucha discusión posible. Las cifras indican que utilizar un teléfono celular en cualquiera de sus formas mientras se conduce un vehículo puede provocar un accidente fatal. Según las autoridades encargadas de regular el correcto funcionamiento del tránsito, la obligación de conductor es darle siempre la prioridad al manejo antes que a las llamadas.
Los estudios no mienten, y nuestra triste tasa de accidentados y fallecidos en accidentes de tránsito, tampoco. No queda más que comenzar a tomar conciencia sobre la conducción responsable y fomentar la conciencia de quienes van al volante de forma imprudente, ya que después de todo, las calles de la ciudad son de uso público.