
En principio, la información clave para las personas tiene que ver con los beneficios que pueden obtener del sistema: los montos de pensiones que podrían recibir. Sin embargo, esa información es inexistente en el sistema chileno actual dado que no hay montos asegurados de pensiones, el sistema es de contribuciones definidas, no de beneficios definidos para usar la nomenclatura usual. Lo que se puede tener son aproximaciones a ese monto.
Mucha de la información sobre la que se basa el diagnóstico de falta de conocimiento tiene que ver con los medios que generan las pensiones que se pueden obtener. El porcentaje de los ingresos que se cotiza, cómo se calculan las pensiones, las rentabilidades del sistema. En este sentido, el foco de los esfuerzos de educación previsional debiera estar en la información que es directamente importante para las personas, más que en información de cómo funciona el sistema. La pregunta central sobre educación previsional, entonces, es identificar cuáles son los elementos cruciales que las personas necesitan conocer.