
A primera hora se hacía publico el despido del docente por parte de la entidad comunal, a causa de “mantener un comportamiento pasivo frente a la vulneración de derechos de los alumnos de primero básico (…) Haber ordenado, durante el proceso de matrícula escolar 2010, del establecimiento educacional de su dirección, Escuela Bernardo O’Higgins el cobro ilegal de la suma de $ 10.000 como requisito... previo a la matrícula del alumnado (…) y (…) dejó sin cumplir las instrucciones de la superioridad administrativa de la Corporación Municipal sostenedora, en orden a ajustar la dotación docente de su establecimiento”, según lo consigna la resolución interna Nº 121, mismo documento que, según la abogada de la corporación, Carolina Ponce, el docente se ha negado a recibir.
Pocos minutos más tarde, alrededor de las 12.00 horas, Ponce, el jefe de Administración, Miguel Oyarzo, y el notario (s) Jorge Calvo, solicitaron a algunos funcionarios de la escuela separar en cajas los elementos personales de Mancilla para que tomara posición de su cargo, el nuevo director interino y ex inspector general de la Escuela 18 de Septiembre, Daniel Arteaga.
El notario explicó su presencia afirmando que “debí ingresar a la oficina del director para salvaguardar como ministro de fe que los objetos y documentos personales hayan sido debidamente guardados en cajas separadas”, explicó.
A su vez, la abogada detalló que además de la resolución Nº 121 que Mancilla no habría querido recibir, donde se explican las razones de su despido y se le informa el nombre de su reemplazante, “se le envió una carta certificada a él, vía correos el pasado 18 de febrero, y a la Inspección del Trabajo, para notificar el término de contrato de trabajo”, aseguró.
Pero esa no fue la única medida que tomó la dirección de la entidad comunal, puesto que para confirmar que el dirigente no ingrese nuevamente a su oficina, le cambiaron la manilla de la puerta y sacaron el letrero con su nombre y cargo.
Lo que más llama la atención, es que todo esto dista de las palabras del alcalde Vladimiro Mimica, cuando llegó al sillón edilicio, momento en que manifestó su intención de humanizar la política, la educación y cambiarle la cara a muchos otros rubros que hasta ese momento se mantenían en conflicto.
De hecho, el edil es el presidente de la directiva de la Corporación Municipal, y según fuentes internas a la entidad, estaba al tanto del despido de Mancilla y entregó su apoyo para que finalmente se hiciera efectiva la marginación. Actualmente, se encuentra de vacaciones y ha estado inubicable.
Apoyo
Como era de esperar muchos de sus colegas del establecimiento, la directiva comunal y los profesores jubilados rechazaron rotundamente el despido y la forma de actuar de la corporación.
El presidente comunal del gremio, Carlos Curill, estuvo presente mientras se desalojaban las pertenencias de Mancilla en la escuela, donde expresó enérgico que el hecho “es una vergüenza y que ni en dictadura había ocurrido algo similar con los profesores”.
En la tarde, lideró una conferencia de prensa, donde enfatizó sus palabras de la mañana y afirmó que “la comunidad educacional está dolida (…). No habíamos vivido antes una actitud tan avasalladora”.
Asimismo, le atribuyeron la responsabilidad de lo sucedido al secretario interino de la Corporación Municipal, Hermes Hein.
“Parece que Hein quiere llevarse consigo a Julián Mancilla (…). Estamos dando un triste espectáculo protagonizado por el secretario interino”, puntualizó Curill.
Nacional
El presidente Nacional del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, afirmó que está al tanto de lo ocurrido en la región, y que estudiará los antecedentes con el equipo jurídico del Magisterio para evaluar el camino a seguir en este tema.
Contacto que confirmó el dirigente comunal en la conferencia de prensa, anunciando que dependiendo de cómo se sigan desarrollando los hechos, llamarán al dirigente nacional para que se haga presente en Punta Arenas con los abogados.
Hoy el destituido director presentará un recurso de protección en la Corte de Apelaciones y hará declaraciones públicas, puesto que ayer no quiso referirse a ninguno de los hechos acaecidos.