En la Región de Magallanes, se puede observar las cuatro estaciones del año en un sólo día y la llegada del verano, invierno, otoño y primavera, ya no es tan segura para la fecha estipulada.
Ante estos problemas del clima, se han tenido que enfrentar los estancieros de la zona, quienes, durante el año 2009 vieron como las intensas heladas que se produjeron en los meses de invierno retrasaron la llegada de la primavera y quemaron el pasto que ellos usan para alimentar a las ovejas y corderos que tienen en sus estancias, lo que provocó una merma en los nacimientos y posterior marcaje de sus animales y, por ende, una menor producción.
Sandro Boinivic, quien tiene estancias en Bahía Inútil y Bahía Felipe, con alrededor de 5.000 cabezas de animal, comentó que, debido al frío y a la quema del pasto, los animales crecieron más lento y pesaron menos.
“El año 2009 fue bastante complicado por el clima, ya que debido a los problemas que esto produce, menos corderos resistían vivos, por la falta de alimento, y los que llegaban a la época del marcaje, lo hacían con un peso bajo, lo que se traduce en menos kilos que nosotros vendemos”, dijo Boinivic.
Misma apreciación tuvo Claudia Ramírez, asesora de la Asociación de Ganaderos de Magallanes (Asogama) quien comentó que debido al clima cambiante de la zona, la producción bajó, viéndose afectados todos los ganaderos, y que el real alcance de esta merma, lo verán cuando los frigoríficos terminen de faenar en  abril.
“El año 2009 fue bastante anormal, no te puedo dar cifras por que eso aún  no las tenemos. Hay que esperar que en abril los frigoríficos terminen de faenar y recién ahí tendremos una apreciación exacta, pero de que hubo menos producción, la hubo y esto se debe principalmente al aspecto meteorológico, ya que con tanta lluvia, se retrasó toda la producción y los animales no alcanzaron a llegar con un buen peso”, explicó la funcionaria.
Misma impresión es la que tiene Luis Bladinick, quien expresó que “debido a las bajas temperaturas, lo que produjo la quema de los pastos y a que la primavera llegó tarde, los animales pesaron menos, lo que produjo la merma económica.”
Sobre las mermas que esto produjo en los bolsillos de los estancieros, Boinivic, agradeció que los precios estuvieran más altos y así no sufrir tantas pérdidas por el bajo peso de los animales, agregando que el precio de la lana fue bueno.
Bladinick comentó que los precios estuvieron bastante parecidos que los años anteriores: “los precios estuvieron bastante buenos, incluso más alto que años anteriores, y esto debido  a la poca cantidad de animales que hay en el norte y a las alzas de la carne en Argentina”, manifestó.
En este mismo tema, Ramírez comentó que el nivel de venta sólo se podrá apreciar en su real magnitud y que lo que afectó a los ganaderos fue la baja del dólar y la producción anormal, pero que estos se vieron favorecidos por el mejor precio que lograron conseguir por kilo”. Por el retraso de la producción se logró conseguir menos kilos de cordero y eso, junto a la baja del dólar, provocaron bastante merma en el ingreso de los ganaderos, pero el mayor precio cada 1.000 gramos, sopesó un poco esa pérdida”, argumentó.
Sobre las producciones que esperan este año, los tres entrevistados coincidieron en que siempre está la fe en que este año sea mejor que los anteriores, pero Ramírez fue bastante enfática en predecir que la forma de trabajar tiene que cambiar.
“El clima cambió para siempre. Eso lo tienen que entender los ganaderos y por eso, tienen que comenzar a prepararse de otra manera para aprontar el invierno y el marcaje y pesaje de los animales. Ahora en los inviernos se produce más viento y más chubascos, lo que afecta el alimento y produce menos producción. Los ganaderos tienen que tener más previsión en el tema de la alimentación por que la curva del pasto cambió. Por ende, los estancieros tienen que tener una capacidad de reacción bastante adelantada”, concluyó la funcionaria.
Es de esperar que en abril los estancieros puedan sacar cuentas alegres sobre la producción del año 2009 y que las carnes no tengan que subir de precio por las inclemencias del invierno.