La obesidad es uno de los problemas más graves y masivos que enfrenta la población infantil magallánica, por ello la enseñanza desde pequeños respecto a la importancia de ser personas sanas, debe ser uno de los temas principales que aborden los establecimientos y la familia.
El inicio del período escolar es una instancia que presenta dos posibilidades: inculcar buenos hábitos alimenticios o perder absolutamente el control de lo que comen los hijos en los recreos y en la tarde cuando regresan a casa.
Para evitar el riesgo de caer en la segunda opción, el Ministerio de Salud (Minsal) hizo una serie de recomendaciones para que la dieta de los alumnos no se vea perjudicada, sobre todo, con las colaciones.
“Es fundamental que los niños consuman en los recreos alimentos con un alto valor nutritivo, ya que es un aporte calórico adicional a la dieta”, explicó la especialista encargada de la Unidad de Gestión en Nutrición de la seremi de Salud, María Soledad González.
Lo ideal es enviar una colación saludable, la que consiste en productos altos en fibras y vitaminas, dejando a un lado las grasas y los carbohidratos.
“Existen muchas alternativas para hacer una colación saludable y entretenida. Además tiene que ir variando, porque los niños se aburren de comer siempre lo mismo”, agregó la nutricionista.
En estricto rigor, los niños y los jóvenes no debieran consumir más de 150 calorías en el establecimiento. Por ello, los padres deben leer la etiqueta de información nutricional que aparece en cada envase de productos al momento de hacer las compras.
Asimismo, para beber lo más aconsejable es que se promueva el consumo de agua, puesto que los jugos tienen un gran aporte calórico y de azúcares, que no sólo se convierte en grasa, sino que también generan caries.
Sobrepeso
Los menores que presentan un peso superior al que le corresponde por su edad, deben llevar sólo una colación al colegio. Además de ser saludable.
“En estos casos el aporte calórico debe ser bajo. Lo bueno es escoger entre una barra de cereal, una caja de leche descremada o un sándwich en pan de molde, uno de ellos es suficiente”, aseguró González.
Entregar dinero no es lo correcto cuando un hijo está con sobrepeso. Tampoco cuando son pequeños, puesto que deciden qué comprar en base a los regalos que traen los productos o los colores del envase, que generalmente son los menos nutritivos.
“Los menores son los más susceptibles a la publicidad y eligen qué comer según el objeto que traiga el paquete. Es mucho más preferible que se les envíe la colación desde la casa”, enfatizó la profesional.
Saber alimentarse es parte fundamental de la educación, que no sólo debe inculcarse en el colegio, sino que también en el hogar.