Con el paso de los días se han ido develando con más exactitud cada una de las acciones que realizó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y la Armada respecto de la entrega de alerta de tsunami, que como ya es sabido, nunca se emitió por una cadena de errores.
El terremoto sacudió el centro y sur del país a las 3.34 horas, y 11 minutos después el geofísico Víctor Sardiña se comunicó con el SHOA desde el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico (PTWC), entidad ubicada en Estados Unidos (EE.UU). En ese momento les informó que era inminente el riesgo de que se produjera un maremoto en el país, debido a la intensidad de movimiento telúrico registrado minutos antes.
A las 3.52 horas, en Talcahuano, se registra la primera ola de tsunami, según lo consignado por el PTWC. A su vez, se continúan generando temblores en las seis regiones afectadas del país.
Tres minutos más tarde, el SHOA se habría comunicado con la Onemi para alertar sobre la presencia de un tsunami. Posteriormente, a las 4.07 horas, la entidad envió un fax con información al respecto, sin embargo, esta fue poco clara: “Fue de magnitud suficiente (el terremoto) para generar un tsunami. Se desconoce aún si se ha producido. Si se diera la posibilidad de ocurrencia,  sería informado oportunamente”, consigna el documento.
Prácticamente 30 minutos después, a las 4.44 horas, el organismo estadounidense comunica en su sitio web que “las mediciones del nivel del mar indican que se ha generado un tsunami”, y que “pudo haber sido destructivo en las zonas cercanas al epicentro”. Esta información incluyó las alturas de las olas en Talcahuano y Valparaíso.
No obstante estos datos, a las 4.52 horas el subsecretario del Interior, Patricio Rosende apareció en televisión afirmando que “hemos descartado absolutamente todo riesgo de tsunami en las costas chilenas”.
Durante todo este tiempo se  sucedían los temblores y Talcahuano recibía olas del tsunami.
La Presidenta Michelle Bachelet a las 5.15 horas se comunica con la Armada y ésta descarta posibles maremotos. Además, el SHOA le habría informado que el epicentro había sido en la tierra, lo que era un error.
A las 5.40 horas, la Jefa de Estado enfatiza en que no hay riesgo de tsunami, oleaje sí, según lo que le había informado la Armada. Asimismo, reconoce que no tiene contacto con Concepción y enfatiza en que las instituciones funcionan.
Sólo a las 7.34 horas el SHOA comunicó que tres olas gigantes habían azotado la costa a las 5.00, 5.30 y 6.05 de la madrugada.
Posteriormente, los medios de comunicación comienzan a informar sobre el maremoto.
Lo cierto es que varias instituciones extranjeras que se encargan de vigilar y alertar cualquier efecto marítimo que pudiera producir un terremoto, emitieron información diferente respecto a las horas en que se habría generado la primera ola del tsunami. La diferencia es que esas entidades sí comunicaron la alerta del maremoto, algo que no ocurrió en Chile.