Inicialmente Ida Pamela Vejar Ampuero (en la fotografía)comenzó a ser investigada por el delito de homicidio simple en grado de frustrado. Sin embargo, ayer terminó condenada a tres años de presidio por el delito de lesiones graves en grado de consumado. Pero el juez le permitió cumplir la pena con el beneficio de la libertad vigilada, lo cual quiere decir que durante el tiempo que dure la condena tendrá que permanecer bajo el control administrativo de Gendarmería.
La víctima de las lesiones, Betsabé Mancilla Gómez, interpuso en noviembre una querella criminal en contra de Vejar, por el delito de “lesiones graves”.
El violento episodio se suscitó la madrugada del 23 de agosto del año pasado. “Yo venía saliendo de la discoteque Boriquas, en compañía de mi hermana Paola, mi amigo César y más atrás venía mi pololo. De hecho todos veníamos bien, subiendo por Errázuriz hasta Chiloé, con el propósito de tomar colectivo. Llegamos a la esquina y a los cinco minutos veo que viene subiendo por la misma calle una mujer que ubico como “Yiyi”, de nombre Ida, quien poco antes, en la disco, me había insultado, pero yo no le di mayor importancia”, según el relato de la víctima, Betsabé Mancilla, en la querella.
“Bueno, yo quedé tranquila y conversaba con mi hermana y amigos cuando sorpresivamente ésta, la Yiyi, se me acerca y de inmediato comienza a ofenderme groseramente. Luego me tira el cabello y empieza a tironearme. Yo no entendía lo que le ocurría. Traté de detenerla y afirmarle los brazos, pero ella seguía, así es que busqué protegerme de los golpes. De pronto siento mi cara helada, me toco y mi mano estaba llena de sangre. Esta mujer seguía agrediéndome y me decía: ahora sí que te vas a morir”.
“Yo le vi un cuchillo con sangre en una de sus manos. Me daba puñaladas en casi todo el cuerpo. En la zona de mi cuello, en uno de mis párpados, además de dos puñaladas en mi mejilla izquierda, otras en el tórax y también en la espalda. Mi hermana gritaba desesperadamente que me soltara, pero ella no lo hacía. Mis amigos igual, pero como andaba con cuchillo era peligroso. Luego logré zafarme y me separé del lugar. Fue cuando con mi hermana y un amigo fuimos a pedir ayuda”.
La víctima señaló que tenía sangre en todas partes y que la nariz no la sentía. Una vez que llegó al hospital quedó internada y recibió un largo tratamiento médico. Actualmente dice estar con ciertas complicaciones y cicatrices en el rostro.
Judicialmente el caso concluyó ayer con la audiencia de lectura de la sentencia, donde el juez Juan Villa sentenció a la acusada, Ida Vejar, a tres años de presidio.