
A su vez, se realiza un trabajo específico con las madres primerizas que llevan a sus hijos a las sala cuna, puesto que el desapego no es un tema fácil para ellas.
“Hay un período de adaptación para las madres, ya que muchas veces es primera vez que los hijos se desvinculan del entorno familiar. Tenemos que ganar su confianza a través de una conversación íntima, crear lazos de seguridad y de afecto”, agregó la profesional.
A pesar de que los párvulos antiguos ya hicieron su ingreso el lunes pasado, este proceso de acostumbramiento para las familias nuevas continúa hasta que se asuma la nueva rutina.
Pero los niños son los principales destinatarios de este trabajo de adaptación, así que por un tiempo se les permite llevar al recinto elementos personales de apego y se les realizan diversas actividades de entretención para hacer más atractiva su experiencia en el jardín infantil.
Las Charitas cuenta con su dotación completa y ya está pensando en un curso de perfeccionamiento. Aspecto fundamental para las profesionales que trabajan en el establecimiento.