A menos de media hora de que se iniciara la ceremonia oficial de cambio de mando, tres fuertes réplicas del terremoto del 27 de febrero se sintieron en el sector centro y sur del país. Mientras el Presidente Sebastián Piñera juraba como máxima autoridad, decenas de personas arrancaban a los cerros por la alerta de tsunami que había emitido la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Claramente, el movimiento telúrico fue el tema que comentaron todos los invitados al Congreso Nacional, incluso los Mandatarios extranjeros no pudieron disimular sus rostros de preocupación ante los fuertes remezones.
Pero, antes de eso, todo se estaba desarrollando como se había planificado. La ex Presidenta Michelle Bachelet llegó antes de lo previsto, a las 8.27 horas a La Moneda para tomarse la última fotografía con su gabinete y a despedirse de las personas que la acompañaron durante los cuatro años de su gobierno.
“Tengo una mezcla de emociones, porque nos vamos muy tristes por lo que ha pasado (terremoto) que ha causado tanto dolor a tanta gente, pero tranquilos, porque hemos cumplido lo que hemos comprometido y nunca hemos faltado”, manifestó todavía en el Palacio de Gobierno.
Pero el momento más emotivo lo vivió cuando salió del recinto para dirigirse a Valparaíso. Entre banderas y gritos, cientos de adherentes la esperaban en la Plaza de la Ciudadanía para despedirse de ella.
En un ambiente mucho más íntimo, y tras pasar la noche con su familia en el Palacio de Cerro Castillo, Sebastián Piñera comenzó sus actividades retratándose oficialmente con sus ministros y subsecretarios.
Pocos minutos después del mediodía Bachelet llegó al Salón de Honor del Parlamento entre los aplausos de las autoridades asistentes al acto y, de esa manera, finalizaban sus últimos instantes como Presidenta.
El encargado de conducir la ceremonia fue el nuevo presidente del Senado, Jorge Pizarro (DC), que tras realizar el saludo protocolar, invitó a pasar a Piñera, quien hizo su entrada en medio de saludos y felicitaciones.
El Jefe de Estado pronunció el “Sí juro” a las 12.20 horas, convirtiéndose en el Mandatario número 51 de la República.
Sólo se notó unos segundos de confusión cuando la ex Jefa de Estado abrochó en la banda presidencial de Piñera la piocha de Bernardo O´Higgins, la que no habría quedado correctamente puesta, debiendo un edecán sujetarla de la manera debida.
Así, desde ese instante varios hechos históricos marcaban la jornada: Piñera se convertía en el Presidente del Bicentenario, la derecha volvía al poder de forma democrática después de 50 años y la Concertación dejaba la máxima magistratura del país tras 20 años.
Tras entonar el Himno Nacional, la ex Mandataria dejó la ceremonia.
Concluido el acto en el Congreso, las fuertes réplicas motivaron que el Jefe de Estado, luego de saludar a sus pares extranjeros en el Palacio de Cerro Castillo, suspendiera el almuerzo que se iba a ofrecer a los invitados, para poder tomar un vuelo a Constitución.
Mientras saludaba a sus pares uno a uno, bromeó sobre los sismos, comentando entre risas que “fue una maniobra de la Concertación para moverme el piso”.
A su vez, la primera medida que tomó el Mandatario fue declarar zona de catástrofe la Región de O´Higgins, epicentro de los movimientos telúricos de ayer.