
Ibacache explicó las razones de presentar este recurso para anular la sentencia, basado en que “a juicio de la defensa no se acreditaron los delitos que le imputaron a mi cliente, como la violación, porque a nuestro juicio existió voluntariedad en el accionar”.
Y respecto al estupro, un delito que se consumó mediante engaño, Ibacache recordó que la supuesta víctima concurrió seis veces a la consulta del Arcángel. “Puedo creer que una primera vez sea un engaño, pero qué pasó con las cinco restantes. Por eso considero que no hubo engaño ni menos delito”.
Según el fallo judicial, el mentalista embaucó a dos niñas menores de edad con el cuento de sanarlas a través de prácticas que consideraban sexo, y por eso lo sancionaron a siete años de cárcel por el delito de violación y cinco años por estupro. Una de las adolescentes, de 16 años, lo denunció por el procedimiento de sanación que le aplicó ya que el tratamiento incluyó relaciones sexuales.