
Las consecuencias de esta medida, que tiene mucho sentido en el resto del país porque amanece más temprano y se aprovecha mejor la luz natural, significa para la región entrar en un período de poca actividad fuera de casa y, sobre todo, se comienzan a gatillar las depresiones estacionarias, las cuales pueden provocar suicidios.
De hecho, una de las razones que explicaría el alto índice de autoeliminación y de consumo de alcohol en Magallanes, sería la falta de luz, puesto que escasean las opciones para distraerse al aire libre, el clima es adverso y sólo resta quedarse en el hogar.
Conscientes de que la realidad que se presenta en la región es muy diferente a lo que ocurre en el resto del país, los parlamentarios de la zona reconocen que se ha intentado plantear en el Congreso la posibilidad de que Magallanes mantenga la actual hora, aunque con menos éxito de lo esperado.
“No veo ninguna justificación para el cambio de hora acá en Magallanes. He hecho una serie de gestiones, incluso por requerimientos de profesionales de la Salud, para poder excepcionar a la zona del cambio de hora, pero me he dado cuenta de que no existe voluntad de las autoridades centrales”, afirmó el senador PS, Pedro Muñoz.
El diputado independiente, Miodrag Marinovic, también considera que el cambio de horario con que debe cumplir la región no es beneficioso, incluso lo califica como “un retroceso”, especialmente, por los estudios sicológicos, que demuestran lo perjudicial que puede llegar a ser contar con tan poca luz durante el día.
“En nuestro caso es mucho más conveniente mantener una hora fija, que sería la actual. Hay que realizar un estudio detallado con todas las razones, porque no es incompatible, creo que pasa mucho por la voluntad de comprender la realidad de la región”, manifestó Marinovic.
Intentos
Este requerimiento ya ha sido propuesto a nivel central por algunas autoridades regionales; sin embargo, se han encontrado con un conjunto de argumentos en contra que, si bien se pueden solucionar, exige un minucioso trabajo de coordinación que no tendría prioridad.
“Las razones que nosotros exponemos en el parlamento son sólidas, pero la idea de ser un país unitario prima en estos casos. Además hay que considerar una serie de alteraciones de conectividad que se producirían, por lo que no es fácil tomar la decisión”, explicó el senador independiente, Carlos Bianchi.
Sin embargo, aseguró que “estoy comprometido para aportar con este tema”, porque “sé que los beneficios para los magallánicos serían múltiples”.
A nivel central se justifica la idea de mantener dos horarios en Magallanes, en base al ordenamiento de diferentes sistemas computacionales y servicios. Por ejemplo, habría que reprogramar los vuelos, el transporte marítimo, temas bancarios, entre otras cosas.
“Hemos planteado la necesidad de mantener el horario actual, pero creo que no estamos preparados como país, todavía existe una visión muy centralista. Esto no quiere decir que esto no sea una discusión que debamos generar”, expresó la diputada DC, Carolina Goic.
Otros casos
La zona austral argentina tiene una hora diferente que en el centro, precisamente porque las condiciones geográficas no son iguales en ambas partes.
Isla de Pascua no se rige por la hora de Chile continental, actualmente es dos horas menos que en el resto del país. Sin embargo, el hecho de que mantengan un horario distinto, no es de gran impacto para el resto del territorio nacional, como sí lo sería establecer la “hora patagónica”.