
El delito lo perpetraron el 26 de junio del año pasado apropiándose de un computador y su respectivo monitor, más varios accesorios.
Ayer se conoció la sentencia y el fiscal jefe de Punta Arenas, Felipe Aguirre, se mostró conforme con lo resuelto ya que los magistrados acogieron los tres años de presidio que había solicitado para ambos.
Al comienzo del juicio oral Aguirre manifestó que esperaba acreditar que los acusados ingresaron al telecentro ejerciendo fuerza, para sustraer especies de índole computacional. Y aunque tenía testigos que así lo señalaban, dijo que estas personas sentían temor, particularmente dos vecinos del sector que percibieron directamente los hechos, porque fueron los que identificaron a ambos imputados como los autores del robo.
El abogado defensor pidió al inicio del proceso judicial la absolución de sus representados. Y aunque reconoció que aparecen involucrados y condenados en otros delitos, manifestó: “Eso no significa que sin previo juicio deba condenárseles por los hechos de la acusación”.
Y, aunque el botín del robo fue encontrado en el domicilio del padre de Ojeda Ruiz, argumentó que el día del robo su defendido sólo fue controlado por la policía en las inmediaciones de este domicilio y del lugar donde ocurrieron los hechos”. Y en cuanto a Hernández, aseguró que “ese día se encontraba fuera de la ciudad, trabajando en el sector de Cameron, en la Isla de Tierra del Fuego”.
Participación
Respecto de la participación de los acusados, para el tribunal quedó clara la responsabilidad de Byron Ojeda Ruiz, tanto por las declaraciones de los funcionarios de Carabineros que tomaron parte en el procedimiento policial, como del operador de Cenco y el registro de las grabaciones de siete llamadas telefónicas que vecinos efectuaron durante la madrugada del 26 de junio de 2009.
Este aspecto fue destacado por el fiscal Felipe Aguirre señalando que “gracias a los registros de audio de personas que llamaron esa madrugada, y por la recuperación de especies, se pudo acreditar el robo a la sede”.
Aguirre incorporó siete grabaciones de llamadas telefónicas efectuadas al nivel 133 de Carabineros, entre las 4.10 horas y las 5.10 horas al fono 133, la madrugada de ese día. En la primera, la pista uno, se escucha que una mujer dice a la policía: “Hay dos chicos que están rompiendo la puerta de la sede de calle Simón Bolívar, la están pateando para sacar los computadores que están ahí”. En la pista dos, un hombre indica que “uno de los sujetos es el famoso Manzana”. En la pista tres, un hombre señala: “Los sujetos son “El Manzana” y el Byron, quienes van saliendo con los elementos”. En la pista cuatro, el varón señala: “Estos gallos se llevaron las cosas a la casa donde vive el Byron” y entrega las características de la vivienda.
Sobre Manuel Hernández Delgado, si bien no fue detenido en las proximidades del lugar en que se cometió el ilícito, y las especies no fueron encontradas en su poder ni en su domicilio, los jueces determinaron que “existen otros elementos de convicción que permiten establecer su participación”. Como una de las grabaciones que registró la Cenco donde los vecinos indican que dos individuos, uno de ellos apodado “El Manzana”, estaba pateando la puerta del telecentro y sustrayendo especies desde el interior.
En el marco de la investigación, después del robo la SIP lo siguió a distancia, estableciendo con esto que se encontraba en Punta Arenas. Por esto la justicia desestimó la versión del propio acusado, en cuanto afirmaba que el día de los hechos se encontraba trabajando en la localidad de Cameron, en la isla de Tierra del Fuego.