
Con el auge de las tecnologías móviles e internet, en la actualidad cada ciudadano puede convertirse en reportero o fiscalizador. Basta con grabar una situación particular y hacerla pública a través de los muchos medios que hoy existen.
Hoy en día los medios de comunicación tienen en su mayoría una tendencia a entregar espacios para los llamados “reporteros ciudadanos”, donde cada persona puede subir material gráfico o audiovisual de denuncia.
Existe un paradigma social muy arraigado que dicta que sólo los medios tradicionales están autorizados a informar, que es requisito ser periodista para recabar, investigar y que por ende, sólo ellos pueden usar recursos como grabadoras para luego publicar dicho material. Ese paradigma ha dejado de ser cierto con el auge de internet y las tecnologías.
Con el terremoto ocurrido en la zona centro-sur de Chile, vimos los medios tradicionales invadidos de conceptos como “reportwitteros” o huinchas de información vía Twitter, videos en Youtube, fotos en Facebook entre otros.
Pero el tema de ser “reportero ciudadano” da lugar a otra discusión. La intromisión y vulneración de la privacidad.
Uno de los casos más emblemáticos en este tema en Chile es el de una joven grabada por amigos teniendo actos de connotación sexual, cuyo registro en video luego fue publicado en internet y viralizado -traspasado de boca en boca- de manera increíblemente rápida. Otros casos conocidos han sido relacionados con artistas y videos, fotografías entre otros.
¿Hasta dónde llega el límite de ser reportero ciudadano y hasta dónde el de “paparazzi”?
El debate se instaura y las grandes corporaciones que utilizan internet como sustento no se quedan atrás en su protección. Youtube, Flickr, Twitter, Facebook fijan políticas de protección a los derechos de autor y privacidad del material publicado, siendo posible “denunciar” una foto o video publicado, si se piensa que se ha publicado sin el consentimiento del autor.
Algunos casos han resultado vitales para el análisis de este debate. En España un padre denunció a Youtube por publicar videos de su hijo deficiente mental. En otra línea, Google Street View, el popular servicio de Google para recorrer calles de manera virtual, ha sido cuestionado por sus fotografías de autos, personas y calles, a pesar de difuminar el rostro y patentes.
Bajo cualquier punto de vista, en la actualidad resulta preocupante el auge de las tecnologías y la poca información y legislación que existe en Chile respecto al respeto de la privacidad. Han existido esfuerzos por normalizar el tema pero ninguno ha prosperado para imponer un orden real.
Asi que ya sabe, así como comer pescado, ya sea para grabar o ser grabado, debe tener mucho cuidado.