
Luego de revisar exhaustivamente los procesos y procedimientos institucionales, Manuel Pérez destacó el funcionamiento de la Sede: “Realmente, es un agrado encontrarse con sorpresas interesantes, al ver el funcionamiento de la Sede Punta Arenas y cómo se posiciona en la región. Además, tiene una matrícula mucho mayor a la esperada”.
Durante su visita, el Vicerrector Académico sostuvo reuniones con los diversos directivos, directores de Área, de Carrera y los docentes de la Sede más austral de la Universidad del Mar. En tales encuentros, planteó los diversos desafíos que enfrentará la organización para llevar a cabo la acreditación institucional. Además, explicó las implicancias y resultados que significará este reto, donde los diversos actores académicos deberán cumplir un rol activo.
También, Manuel Pérez manifestó que “si bien es cierto, la Sede Punta Arenas está certifica por la Norma ISO, mecanismo de aseguramiento de la calidad; de todas formas, la Universidad del Mar se integra al proceso de Acreditación Institucional, que es voluntario. La idea es dar garantías a la opinión pública de la calidad y qué mejor forma que evaluarse por un organismo externo en el ámbito de la gestión y la docencia, que son las dos áreas obligatorias dentro de la Acreditación Institucional, para que puedan ser sorteadas con éxito por nuestra organización”.
Las Universidades están llamadas a aportar al desarrollo regional
Durante su visita, el Vicerrector Nacional, recorrió diversos medios de comunicación, donde manifestó su visión sobre cómo la Universidad del Mar se inserta en las distintas ciudades en las cuales está asentada a lo largo del país, desde Arica a Punta Arenas: “Magallanes tiene la particularidad de una fuerte característica de identidad regional, la ventaja notoria de una calidad de vida que, se aprecia, es mucho mejor que en otros lugares del país, donde todavía hay núcleos familiares de protección y de acogida”.
Finalmente, concluyó que, “en ese sentido, hay una posibilidad muy interesante, dadas dichas variables, de contribuir a un desarrollo no tan sólo profesional, sino también social, emocional y personal de la región, para poder consolidar estas ventajas comparativas. En el ámbito educativo, profesional y académico; las universidades estamos llamadas a ser un mayor aporte a la salud, educación, al turismo, a los procesos de modernización, para potenciar y multiplicar los efectos del desarrollo regional”.