
A estas personas la fiscalía de la capital de Última Esperanza (representada en este juicio por la fiscal Wendoline Acuña), los sindicaba como autores de haber sustraído salmones de desecho desde un contenedor de la empresa Acuimag, el cual estaba a metros de la playa, ubicada en el sector de la Península Délano, en la Provincia de Última Esperanza.
Por tales hechos, el Ministerio Público solicitaba una pena de cuatro años y 818 días de cárcel para Aguilar y Bayer, respectivamente.
La petición no prosperará ya que en su veredicto los jueces consideraron que la prueba rendida en el juicio por el organismo persecutor no permitía condenar a los acusados.
Lafontaine sostuvo en todo momento que la conducta no era delito y que sus clientes nunca participaron de lo que les imputaba el Ministerio Público.
El defensor, en su alegato de clausura, manifestó que “se probó en el juicio que los salmones eran basura de la empresa y estaban destinados al vertedero municipal”. “Es decir –agregó- su pérdida no significó un perjuicio económico para la citada empresa”.
Para explicar mejor lo anterior el defensor ejemplificó con lo siguiente: “Si yo dejo un tacho con basura en la vereda y alguien sustrae las botellas, cartones y latas que hay en su interior, no comete ningún delito y sería un despropósito querer acusar a esa persona de robar basura”, comentó.
Finalizado el juicio el tribunal ordenó alzar las medida cautelares que pesaban sobre los imputados, la lectura de sentencia para este sábado a las 12.45 horas.