Cuestionable navegar por aguas tan turbias. Mucho se ha dicho (majaderamente, por cierto) y escrito al respecto, pero la línea divisoria es tan sutil que hasta un niño de pecho capta la diferencia. El que no esté capacitado para conducir su nave, que tome su gorra y para la casa no más. Porque venir a estas alturas con garabatos y salidas de madre frente a la mirada de tantos, me parece francamente patético. Si el mentado motivo del “servicio y bien público” los incita cual llama viva en sus corazones, por el mismo principio debieran contener sus arrebatos e intereses ideológicos y pensar precisamente en lo que olvidan: servicio. No se puede estar tolerando descalificaciones, insultos, afán desmedido de querer extraer de la torta la tajada personal por interés económico, ideológico, partidista, por el que sea...El municipio es la suma de diferencias, por algo se realizan sufragios, elecciones, campañas, fotos al lado del diputado, senador o candidato que te sume preferencias, pero es eso: reunión de disparidades y esa heterogeneidad es la que obliga a la tolerancia. Más patético aún escuchar apologías de su proceder: que si cosechas vientos, que lo que no da cuna...por favor, tengan la decencia de callar una vez cometida la torpeza y, sobre todo, disculparse y reconocerse en el error...Patético seguir escuchando descalificaciones de hace 30 años atrás: la zurda, los momios, los picantes, los desclasados y un largo y triste etcétera...Y no es la primera vez y créanme, tampoco será la última: “algo huele mal”, no en país lejano sino en plena plaza cívica. Aceptable la sensatez de algunos al admitir el yerro y reconocerse como grupo y criticable a los que -palabras más, palabras menos-, intentan desmarcarse de la responsabilidad que les compete (nunca faltan los que muerden a su propia especie). Veremos si enmendamos rumbo, si dejamos las velas al pairo y nos conducimos en la quietud del tan manoseado bien común, por la suave brisa (incluso tormentoso temporal) y tan trilladamente reman para el mismo lado...Veremos. Para ustedes, como siempre, un abrazo.P.S.: menos a los que hacen del insulto y la descalificación un modo de proceder en política.
