Como ocurre en muchas comunas rurales del país, en Timaukel hay más inscritos en los padrones electorales que personas que efectivamente viven en el lugar. Según la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), en Timaukel viven 423 personas, pero deberían votar 690.
Por ello, es común que se produzcan los “acarreos” de votantes cuando llega el día de las elecciones.
Según trascendidos cuando se enfrentó por la alcaldía Alfonso Simunovic y Atilio Gallardo, uno de los candidatos habría contratado a una persona para realizar este tipo de traslado un día antes, desde Puerto Natales a Punta Arenas.
No obstante, en el camino se le rompió la caja de cambios del vehículo, ante lo cual se le instruyó arrendar otro automóvil para cumplir con la misión, pero por un inconveniente no se pudo concretar aquella alternativa.
La única salida que quedaba era esperar que otro chofer, contactado para que realizara la misma labor, pero con otro grupo de personas, efectuara también este viaje.
Fue en ese momento cuando este segundo vehículo sufrió un desperfecto y se quemó. Quedando, finalmente, los dos grupos de votantes sin la posibilidad de ejercer su derecho ciudadano.
Quizás con esos diez votos más, el resultado de las urnas no habría obligado al Tribunal Electoral (Tricel), a realizar un sorteo para definir si Simunovic o Gallardo sería el nuevo alcalde de Timaukel.