
Ese día, alrededor de las 13,30 horas en circunstancias que Bórquez se encontraba en la celda Nº 3 de la sección de Unidad Psiquiatría Forense Hospitalaria Intrapenitenciaria (UPFHI),... se introdujo Fernando González y se abalanzó sobre esta persona propinándole varios golpes de puño y luego sacó un cuchillo de 16 centímetros, que obtuvo desde el comedor del penal, le sacó filo y le hizo dos sangrías para hacerlo más letal. Con el arma le asestó diversos cortes y estocadas con la intención de quitarle la vida, hasta que le enterró el cuchillo a la altura de la sien izquierda, dejándoselo incrustado. Luego, al salir, cerró la celda con un candado para que no le prestaran auxilio a la víctima.
Debido a esto, Carlos Bórquez resultó con heridas cortantes múltiples, anemia aguda severa, lesiones que obligaron a dejarlo hospitalizado.
Para el fiscal Eugenio Campos este acto de violencia es configurativo de un homicidio simple en grado de frustrado y pidió para el autor cinco años de cárcel.
Como la fiscalía proponía al acusado un procedimiento abreviado, rebajando de cinco a tres años de presidio la solicitud inicial de pena, Fernando González aceptó y terminó admitiendo su responsabilidad.
Declaración
El acusado declaró en el proceso judicial que decidió conseguirse un arma de defensa personal, para lo cual le sacó filo a un cuchillo mantequillero y le hizo dos sacados para que causara más lesiones en caso de utilizarlo. Dijo que en la Unidad de Siquiatría conoció a un sujeto, de nombre Carlos, que cumplía condena y que al enterarse que había asesinado a su madre comenzó a idear la forma de matarlo. En la hora de almuerzo esperó que la enfermera se retirara y ello lo aprovechó para ingresar a la celda y abalanzarse sobre el sujeto, logrando levantarlo de la cama y pegarle dos golpes de puño en la nariz. Luego extrajo el cuchillo con el cual comenzó a agredir al individuo, propinándole varios cortes en ambos brazos, tres “pinchones” a la altura del cuello y finalmente un “pinchón” a la altura de la sien, “donde el cuchillo quedó enterrado y no lo pude sacar”.