Nuevas irregularidades han salido a la luz, durante los últimos días, respecto de la gestión que habría realizado el alcalde de Timaukel, Atilio Gallardo, durante los 14 meses que lleva al mando de la municipalidad.
A las millonarias actividades y al supuesto llamado por ChileCompra, que habría efectuado para organizar su cumpleaños, el funcionario encargado del jardín de la municipalidad tendría un sueldo cercano a los $ 2 millones.
A su vez, estaría casi confirmado que algunas de las boletas emitidas, para justificar pagos de eventos, corresponderían a personas que nunca se habrían enterado que se ocupó su nombre y rut para tal efecto. Incluso, un funcionario municipal habría sido el encargado de ir a cobrar los cheques girados a nombre de estas personas, desconociéndose el destino final del dinero.
Otra situación delicada la habría protagonizado el mismo Gallardo, puesto que en una de las instancias donde se le preguntó por estas irregularidades, habría emplazado a los fiscalizadores de la Contraloría Regional, que se encuentran en el municipio indagando las denuncias, a que hicieran bien su trabajo o, de lo contrario, los iba a demandar.
Los concejales que hicieron pública la situación, que estaba ocurriendo en su municipalidad, continúan con su postura de no emitir comentarios hasta que el organismo fiscalizador se pronuncie sobre los hechos.
“Estamos en un proceso de silencio. Sé que se vienen muchas novedades, pero no podemos interrumpir ni entorpecer el trabajo que está efectuando la Contraloría en la municipalidad”, dijo escuetamente el concejal Facundo Hernández.
A pesar de que el alcalde había confirmado a los concejales que, en la sesión extraordinaria del 13 de mayo, iba a responder sus preguntas respecto a todo este tema, hace unos días suspendió el encuentro, argumentando que iba a esperar el resultado de la investigación para pronunciarse, lo que mantiene a los concejales sin ningún tipo de antecedentes, respecto a cómo se encuentra el municipio financieramente.
“Pareja millonaria”
Hace meses atrás, el municipio le habría facilitado una casa a un contratista que debía realizar un paquete de trabajos. Domicilio que esta persona ocuparía junto a su esposa.
Al tiempo, se le habría otorgado una patente a la mujer, para que montara su negocio y también pudiera contar con un empleo.
Nada tan sospechoso, hasta cuando se habría detectado que hay alrededor de $ 50 millones justificados el año pasado con boletas a nombre de ambas personas, y por trabajos que nunca se habrían efectuado.
A su vez, este 2010 habrían  otras dos boletas emitidas a nombre del trabajador. Una de ellas por $ 8 millones que se habrían cancelado por reparaciones al sistema de agua potable; arreglos que nadie habría confirmado hasta hoy, según fuentes internas al municipio.
La duda que existe, y que se espera sea dilucidada por los fiscalizadores, es que si la pareja está en conocimiento del hecho, porque así como este caso, hay mucho otros en que se podría suponer uso de información privada para emitir los documentos.