Carmen Gloria Muñoz, esposa del director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Marcos Vásquez, es hija de Sebastián Muñoz Brañas y por ende sobrina del fallecido sacerdote y párroco de la Iglesia Catedral, Héctor Muñoz Brañas.
Pese a los compromisos oficiales y agenda de trabajo no podía dejar de venir al velatorio y funeral de su tío regalón, “porque para mí fue un tesoro como persona”. Recuerda que “desde chica estuvo presente en mi vida y siempre disfruté de su presencia, hasta el último verano de 2008 que permaneció en mi casa”.
Para ella y sus cuatro hermanos, el tío Héctor Muñoz marcó sus vidas. Lo recordarán siempre por todas sus enseñanzas, tanto literarias, con un profundo amor por los libros, como de juegos y paseos. Además, Carmen Gloria le reconoce que también le inculcó el amor por la docencia. “Por eso hoy soy profesora de inglés y actualmente ejerzo mis funciones en el Colegio de los Sagrados Corazones”.
A Punta Arenas llegó el miércoles y está asombrada de todas las muestras de cariño. Es mucha la gente, destacó, que se acerca a saludar y entregar sus sentidas condolencias. “Esto es lo más lindo que le puede pasar a una persona”.
Carmen Muñoz recordó la cercanía de su esposo, Marcos Vásquez, con el ahora fallecido sacerdote. “Siempre estuvimos muy cerca de él y por lo mismo para nosotros no era cualquier tío”, dice emocionada.
Ceremonia
Ayer, a las 19.00 horas, el sacerdote salesiano Sergio Body ofició una misa por el eterno descanso del cura Muñoz Brañas.
Lo propio hará esta tarde, a las 15.00 horas, el vicario general de la diócesis Fredy Subiabre, a quien le corresponderá despedir los restos de su hermano en la fe. Luego de los homenajes, como Ciudadano Ilustre, el funeral emprenderá rumbo al Cementerio Municipal, en contra del tránsito por calle Bories.
Otra persona que tuvo palabras de agradecimiento y de un eterno recuerdo de lo que fue el sacerdote  Muñoz en su formación académica y luego profesional, es el gerente de Operaciones de Aguas Magallanes, Jorge Sharp. “Para mí fue uno de los mejores profesores que tuve en toda mi educación y lo recuerdo con mucho aprecio porque sus clases eran verdaderas lecciones de vida. Nos llevó por el mundo de la literatura y de los libros, con una pasión que era única, y por eso marcó a toda una generación de alumnos”.