A las 7.00 horas de ayer, la empresa Movigas comenzó a operar el servicio de Transporte Público Mayor en Punta Arenas, con sus 56 buses dispuestos en cuatro recorridos distintos (servicios 1,6, 8 y B), de lunes a viernes, con frecuencia entre las 7.00 y las 19.30 horas, y el sábado de 9.00 a 18.00 horas.
El primer bus salió desde el cabezal, ubicado en la población Archipiélago de Chiloé, con destino al centro de la ciudad. En él, además de los pasajeros, se trasladaron la gobernadora provincial de Magallanes, Gloria Vilicic, el seremi de Transportes, Gustavo Faraldo, y personal de la Seremitt.
A eso de las 7.30 horas llegó el micro al centro. Allí
la gobernadora explicó que esta demora se produjo básicamente por la expectación que se generó. “En este primer viaje venía mucha gente, aparte de la prensa, además siempre cuando se parte se deben enfrentar algunos problemas que con el transcurso del tiempo se van superando, pero lo importante es que con la implementación de este servicio muchas familias podrán disminuir sus gastos en locomoción. De hecho, en la mañana me tocó conversar con una alumna, quien me contaba que ella los lunes gastaba
$ 1.400 porque tenía que hacer dos viajes hacia su casa y lo que cambió es que ahora sólo tendrá que pagar
$ 240, lo que se traduce en un importante ahorro para su familia”, precisó.
Por su parte, el seremi Faraldo señaló que “hay que ajustar el tema de la frecuencia, indudablemente, a objeto de que los tiempos que están estimados se cumplan. Hay una variable que ha sido importante al momento de la puesta en operación, que tiene relación con el corte de boleto. Allí hay un tiempo que indudablemente tiene que reducirse y eso es producto de la experiencia y el manejo cotidiano. Hay personas que también preguntan para dónde va el bus, o sea la información fina no se maneja del todo, lo que tendría que disminuir con el acostumbramiento y el paso de los días”, señaló.
Faraldo explicó que “los medios de comunicación han sido tremendamente importantes en esta puesta en marcha. Yo creo que la información ha estado disponible, lo que pasa es que ésta hay que procesarla. Si uno tiene en las manos una cartilla no basta sólo con mirarla, sino que de alguna manera se prepare para saber, por ejemplo, que no tengo una parada diferida que a mí me sirve en tal parte, voy a tener necesariamente que hacer uso de otra que me va a dejar a un par de cuadras más, que yo no hubiese querido que me hubiesen dejado, y eso es producto de que la información que tuve en su minuto, que ha sido bastante, no la procesé debidamente”, puntualizó.
Paradas diferidas
Por su parte, el director de  tránsito del municipio, Sergio Oyarzo, realizó una evaluación preliminar de la implementación del sistema de paraderos diferidos. “Estos han funcionado bastante bien, los automovilistas se habrán dado cuenta que, por lo menos en las calles 21 de Mayo y Magallanes, ha habido una fluidez vehicular bastante aceptable y eso se debe principalmente a la reprogramación de los semáforos. Nosotros aumentamos en diez segundos de verde el tránsito de esta arteria, y también en las calles Chiloé y Bories. Esto ha permitido dar mayor fluidez al tránsito vehicular, pero ciertamente que en algunas situaciones el comportamiento de los usuarios es el que va a tener que cambiar”, indicó.
Oyarzo se refirió puntualmente a la situación que ocurrió en la mañana frente al Liceo María Auxiliadora, donde se instalaron diez metros de vallas y señalética que prohibe que los vehículos se estacionen. “Algunos conductores se detenían a dejar alumnos e incluso los pasaban por encima de las vallas, lo cual constituye un riesgo de accidente y además genera inconvenientes en el desplazamiento”, manifestó.
Finalmente, dijo que quienes no respeten las paradas diferidas se arriesgan al pago de un multa, que va desde una a una y media UTM (Desde $ 37.083 hasta $ 55.625).
Usuarios
Alicia Venegas, dueña de casa, manifestó que la entrada en operación de los buses Movigas la beneficia enormemente en la parte económica. “Para que todo funcione adecuadamente, el público es el que tiene que responder con un comportamiento ejemplar, al menos la empresa se puso con las micros, ahora a utilizarlas”, indicó.
Manuela Rojas, por su parte, indicó que le parecía súper buena la entrada en funcionamiento de este servicio, porque para ella significa una reducción importante en su presupuesto destinado a locomoción. “Excelente servicio, yo me preocupé de conocer los recorridos y encontrar el que más le acomoda a mi hija, y hoy empezó a viajar por ochenta pesos, un regalo caído del cielo para estos días. La única situación que me llamó la atención es que le dieron medio boleto. El chofer partió un boleto por la mitad y eso le entregó,  ojalá sea un hecho aislado y no se convierta en hábito”, manifestó.