
El imputado es casado, oriundo de Santiago, y por trabajo está en Punta Arenas. Pero la soledad lo llevó a buscar compañía y fue así que se involucró con una mujer, la misma que ahora lo denunció asustada por las amenazas de muerte.
De acuerdo a los hechos expuestos por el fiscal en la audiencia, esta persona, al saber que la esposa de su pareja venía a Punta Arenas, le manifestó su intención de poner término a la relación sentimental y lo echó de su casa. Obviamente que esto no gustó al despechado hombre quien primero le envió mensajes de texto por celular, señalándole que la mataría donde la encuentre. Luego entró por una ventana al domicilio de la mujer quien al llegar a casa lo encontró acostado en su cama. En esos momentos éste le profirió amenazas y le prometió que no la dejaría tranquila hasta verla muerta.