Luego de registrar seis alzas consecutivas, dando sólo la semana pasada un respiro, las bencinas debían bajar ayer $30, una alegría para los conductores.
No es sorpresa que cuando sube, muchos servicentros ni siquiera esperan la 0.00 hora para hacer efectivo el incremento, no así cuando se trata de disminuir los valores.
Diario El Pingüino pudo confirmar que sólo la mitad de las bombas de bencina habían cumplido, en la mañana de ayer, con la reducción del precio de la gasolina, donde el resto, a pesar del avance del día, no lo había realizado.
Incluso, uno de los trabajadores de los servicentros al ser consultado de por qué no bajaba los precios como lo estipulaba la ley, contestó que tenía la instrucción de hacerlo sólo a las 14.00 horas.
Los automovilistas no dudaron en manifestar su molestia con la lenta actualización de las tarifas, puesto que aseguran que cuando se confirma el alza, se cambian los precios a la medianoche.
“Son muy sinvergüenzas. Cumplen cuando les conviene no más, debería haber más regulación en este sentido. Al final esta gente hace lo que quiere”, enfatizó Carlos Barría.
Una opinión similar tuvo José Barrientos, quien se dedica al transporte de pasajeros: “Esto es una lucha constante. Siempre ocurre lo mismo cuando tienen que disminuir los valores. No nos queda más que esperar a que cambien los letreros”, aseguró el conductor.
Esta rebaja de $ 30 vino a ser un alivio para los automovilistas, puesto que desde marzo hasta mediados de mayo, el combustible había absorbido un alza de $126, en parte, como respuesta al fin del período de funcionamiento del Fondo de Estabilización de los Combustibles.
Esto se tradujo a que en mayo era en promedio $7.000 más caro llenar el estanque de los automóviles, que en marzo.
“Estuvimos haciendo esfuerzos durante todo el tiempo que no dejaba de subir la bencina, y ahora que nos toca una baja, resulta que tenemos que esperar a que las bencineras tengan la “amabilidad” de respetar lo que corresponde”, manifestó con ironía el conductor Mauricio Barrientos.
Si bien los servicentros pueden preferir “estrujar” al máximo su precio antes de bajarlo, lo cierto es que sólo logran molestar a los clientes e incentivarlos a cambiarse de proveedor.