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El documento señala: “En esas circunstancias, el Centro de Control de Área de Comodoro Rivadavia autorizó la ruta al aeródromo de destino, en cuyo trayecto sobrevolaron parte de la Isla de Tierra del Fuego, cumpliéndose con lo establecido por la normativa vigente, sobre circulación por parte de la Organización de Aviación Civil Internacional”.
Por tal motivo, las autoridades aclararon: “No existió violación del espacio aéreo nacional por parte de las tres aeronaves británicas, como se creía en un principio”.
El hecho involucró a un avión DC-10 del tipo cisterna y a dos naves que están apostadas en la base militar de Mount Pleasant, Isla Soledad, y que venían a nuestro país a participar en una exposición.