
Una zona sensible es la península Antártica. Ricardo Jaña, glaciólogo del Instituto Antártico Chileno, explica que en ese lugar las temperaturas se han incrementado en 3°C en los últimos 60 años, es decir, cuatro veces más rápido que el resto del mundo. Estudios recientes indican que el occidente de la Antártica se está calentando a un ritmo de 0,1°C por década.
En el mundo el cambio climático se ha manifestado con olas de calor en Australia, heladas inusuales en Rusia y Estados Unidos y el sudeste asiático.
Según la Universidad de Washington el volumen congelado del Artico alcanzó los 20.300 kilómetros cúbicos en marzo pasado, es decir, ha perdido un 38% de la extensión que tenía en 1979. Pero eso no es todo. Antecedentes del Centro Nacional de Nieve y Hielo de Estados Unidos indican que el Polo Norte está desapareciendo a una velocidad de 40.000 kilómetros cuadrados por día.
El promedio de las temperaturas de la superficie terrestre registradas durante el período enero-abril de 2010 han sido de 13,3°C, superando las del 2005, el año más cálido del que se tenía registro, cuando los termómetros llegaron a los 12,62°C.