
Hoy, a poco más de un mes del incidente, éstos volvieron a soplar con fuerza la noche de ayer y la familia de la población Archipiélago de Chiloé con su vivienda reparada y enseres repuestos manifestó tranquilidad frente a la aparición de este fenómeno.
Así, José Pérez, el propietario, señaló que aunque siempre se asustan un poco por los fuertes ruidos “lo vivimos bien, más confiados, porque sabemos y queremos creer que no nos volverá a pasar”.
En cuanto a la preocupación, que en su oportunidad habían expresado por el miedo que causaba en su hijo de 11 años los estruendos que provocaban los vientos, el hombre indicó: “Lo fuimos a ver pero estaba durmiendo, lo que quiere decir que no alcanzó a asustarse. Ojalá ya lo haya superado”.