Subir las escalinatas del Corcovado en Río de Janeiro para llegar a la cima y posarse al lado del inmenso monumento al Cristo Redentor es un esfuerzo físico considerable que debe tomarse con calma y al llegar, finalmente, a la cúspide se puede observar todo el entorno mágico de la ciudad, su mar tranquilo y sereno, sus islas cercanas y sus estructuras arquitectónicas bien delineadas. Es tan grande el Cristo y con sus brazos abiertos es aún más imponente que a los turistas y público en general nos hace sentirnos  tan pequeños a su lado, que no hay foco que nos integre a ese espacio visual para buscar el ángulo apropiado. Es corta la estada y rápido el descenso y  el guía nos espera para ubicarnos en el vehículo, para emprender el regreso a la ciudad y descansar en nuestros hoteles prometiendo  en silencio que algún día volveremos,  esperanza de muchos turistas, y programar nuevas actividades que permitan conocer mejor a este multifacético Río de Janeiro, ciudad de primera importancia en Brasil. La floresta de Tijuca es una nueva y emocionante experiencia recorriendo un enorme parque con  especies  arbóreas de  gran magnitud y belleza natural, expresión de años selváticos y oriundos de otros países que representan la historia verde de un pueblo que ama la tierra pródiga en frutos y alimentos. En este paisaje están representados los milenarios antepasados de África y la belleza de los cocoteros tal cual los vemos en películas y telenovelas. Es un hermoso parque natural, de bien cuidadas avenidas y centro cultural digno de ser visitado y admirado, especialmente por las diversidad de plantas y flores que allí crecen. Son tantas las cosas que no se alcanzan a visitar dada la corta estada en esa hermosa ciudad, que siempre se queda en deuda  con Río de Janeiro y con la sensación de vacío visual  y el deseo de repetir el viaje en otra oportunidad. Brasil tiene en esta ciudad balneario el imán ideal para gozar de un merecido descanso y entretenciones para el deleite de sus noches tropicales. Es así como se ofrecen dos grandes espectáculos musicales  como Plataforma 1 con un despliegue de danzas folclóricas de todo el continente y la Scala presentando un espectáculo internacional de música y baile en el cual el público asistente es el principal actor. Se puede presenciar la explosión rítmico musical que se siente desde que se ingresa al local donde la orquesta estable prepara el ambiente, llenando de sonido el espacio dando la sensación de color y luz con notas musicales sólo perceptibles para quienes las quieren oír. Mulatas bien contorneadas y de ágiles movimientos forman un equipo seleccionado para esta fiesta del folklore brasileño y una sucesión de cuadros ininterrumpidos nos van entregando la historia del pueblo brasileño con sus trajes típicos de época y las costumbres de antaño.