
Asimismo, ayer en Punta Arenas amaneció a las 8.58 horas y oscureció a las 16.32. Es decir, de las 24 horas que tiene el día, apenas hubo siete horas y 34 minutos de luz natural. Desde el punto de vista de la aeronáutica, el sol se puso a las 17.14 horas, cuando estaba seis grados bajo el horizonte, que es cuando se considera el fin del crepúsculo.
En definitiva, el de ayer fue el día más corto del año o, si se quiere, la noche más larga. Al respecto, Santana también destacó que en torno al 21 de junio, “todas las noches son largas, pues es muy poco la diferencia (de tiempo) entre uno y otro día”. La diferencia es de un minuto con respecto al día anterior o al día siguiente, la que se va acentuando, a medida que avanza el calendario. “A fin de mes se nota una diferencia de uno a dos minutos; en julio, ésta aumenta de tres a cuatro minutos”, añadió el especialista. En otras palabras, mientras más se acerca al 21 de diciembre (solsticio de verano), va aumentando la luz de día y disminuyendo las horas de noche.