
“El problema del trabajo infantil no es grave en la región, pero es importante tomar conciencia”, afirmó la directora regional del Servicio Nacional del Menor (Sename), Carla Saldivia Oyarzún, a propósito de la campaña “Pongámosle tarjeta roja al trabajo infantil”, que dicho organismo ha llevado a cabo durante todo el mes, en distintas comunas de la región, como Punta Arenas, Porvenir y Puerto Natales. Ésta se ha enfocado, principalmente, a la difusión y promoción de la erradicación de lo que es, a todas luces, una vulneración de derechos infantiles.
Cabe recordar que el pasado 12 de junio se conmemoró el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.
Trabajo con menores
La legislación chilena prohibe trabajar a los menores de edad, esto es a los que aún no hayan cumplido 18 años.
Sin embargo, según explicó Saldivia, la normativa hace una excepción con aquellos jóvenes entre 15 y 17 años, pero con ciertas condiciones, como estar estudiando, no trabajar más de ocho horas diarias ni más de 30 horas semanales, no realizar turnos de noche, no realizar trabajos de alta exigencia física o peligrosos (como carga y descarga de material o faenas mineras), ni manipular sustancias tóxicas o repartir alcohol, entre otros oficios; y contar con la autorización formal de los padres. El incumplimiento de estas normas amerita una multa por parte de la Dirección del Trabajo.
En el caso de aquellos jóvenes menores de 18 años, que por diversas circunstancias se han visto obligados a trabajar, la funcionaria explicó que es obligación del Sename resguardar, ante todo, sus derechos como menores de edad. “Si hay jóvenes en desprotección, el Sename se la entrega, una vez detectado el caso”, afirmó Saldivia.
Con respecto a las estadísticas, la directora regional informó que entre 2004 y 2010 el Sename pesquisó siete situaciones de trabajo infantil en la región. Este bajo índice hace presumir que, dado un tema sociocultural, los niños que desertan del colegio, se van a trabajar a las estancias de la zona, como por ejemplo, en faenas de esquila, que implican 12 horas de trabajo, sostuvo la funcionaria. Por lo mismo, Saldivia reiteró la necesidad de visibilizar en mayor medida esta violación a los derechos de los niños y jóvenes, ya que la primera prioridad será siempre el derecho a la educación.