Paola Guzmán es una joven estudiante de 30 años que cursa la carrera de Técnico en Educación Especial en un instituto de Punta Arenas y producto de un negligente diagnóstico que le realizaron en el hospital regional tras una caída en la escarcha,... se encuentra postrada en su hogar con fractura de la tercera vértebra lumbar.
Según su propio relato, todo comenzó la madrugada del domingo, a eso de las 2.00 horas, cuando en una convivencia entre amigos decidió posar para una foto grupal, que entre risas, jolgorio y un inoportuno descuido sobre el hielo, concluyó con Guzmán completamente inmovilizada y tendida en el suelo. “Quedé paralizada en el piso y por un buen rato sólo podía mover los ojos”, expresó.
Aún con dolor y ya un poco más estable por la ayuda que le prestaron en el momento las personas que estaban en el lugar, se fue a su casa. Sin embargo, los dolores y las molestias iban en aumento, por lo cual decidió dirigirse de urgencia al centro asistencial público de Punta Arenas, donde luego de una -típica- espera de aproximadamente cuatro horas fue atendida. En el lugar se le diagnosticó una fractura de coxis, por lo que se le recetó diclofenaco (antiinflamatorio para el tratamiento del dolor) y reposo por un período de diez días.
No obstante, los dolores continuaron y se acrecentaron al volver a su domicilio. Lo que la hizo regresar al hospital para pedir hora al traumatólogo, pero debido a la gran cantidad de consultas que se registran, sólo consiguió una cita con el especialista para el 19 de julio. Acto seguido, ante la angustia y preocupación que le provocaban los dolores, decidió ir a la Clínica Magallanes, lugar donde el médico tratante, luego de practicarle las radiografías y el scanner pertinente, determinó que la paciente tenía fracturada la tercera vértebra y un esguince al sacro, que es la zona media de la espalda.
“Ellos (hospital regional) me diagnosticaron erróneamente, tengo mucha rabia y pena porque esto es una negligencia terrible”, expresó Guzmán, quien por estos días yace en su cama inmovilizada y sin solución aparente.
La afectada agregó que quiere que se haga justicia, por la forma “denigrante” en que se sintió atendida en el principal centro de salud de la región. “El daño moral y sicológico no se podrá compensar con nada. (…) Necesito que alguien me asesore judicialmente para emprender acciones legales en contra de los responsables de esta negligencia”, finalizó.