La iniciativa financiada por el Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), ha permitido garantizar la producción de carne natural de ternero, sabrosa, baja en grasas y con gran éxito en el mercado gastronómico premium.
Debido a las exigencias sanitarias y cambios culturales producidos en la población en los últimos años, uno de los objetivos del proyecto fue caracterizar los atributos de la carne de ternero natural como la terneza y sus características nutricionales, además de determinar el contenido y calidad de las grasas.
La información obtenida se usó para elaborar el rotulado nutricional obligatorio que se exige desde el año 2007 en el país. Esto se tradujo en otro objetivo que fue diferenciar y, posteriormente, comercializar esta carne de ternero natural con características de funcional, natural y sano a nivel nacional y, en un futuro, poder también exportarla.
Para Patti English, médico veterinaria y gerente de la empresa Carnes Andes Sur, demostrar que la carne cumplía con la calidad natural descrita era lo principal. “Por eso tuvimos —explicó— un primer proyecto con FIA que buscaba elaborar un protocolo de producción, el cual trabajamos con la Universidad de Concepción, quién certificó los predios asociados a la empresa”.