
Variadas son las denuncias de vecinos que han llegado hasta El Pingüino relatando lo señalado, lo que corroboró una de las personas que tiene un puesto de venta de ropa en dicha cuadra, desde hace 12 años, y que prefirió resguardar su identidad como una medida de precaución para evitar cualquier problema con alguno de los protagonistas de esta denuncia.
La vecina afirmó que ha visto, en reiteradas oportunidades, a hombres en estado de ebriedad y pidiendo plata desde hace muchos años. La diferencia con la actualidad es que ahora también se ve a gente joven haciendo lo mismo. “Esos son los peligrosos, porque son agresivos… Los viejitos son tranquilos”, dijo.
Malas costumbres
Pero no sólo se trata de pedir dinero o “cobrar peaje” a los peatones del lugar, sino, también, a protagonizar peleas y escándalos, orinar frente de todos e incluso utilizar la vía pública como lugar de reducción de especies robadas, según contó la trabajadora. “Cómo no me voy a dar cuenta... Ya soy vieja. Estoy hace más de 20 años en la calle”, aseveró al ser consultada si tenía la certeza de lo que estaba afirmando.
Asimismo, agregó que las personas que han denunciado, no sólo a quienes andan pidiendo plata en la vía pública sino, también, las otras mencionadas, son aquellas que viajan en los buses rurales hacia Río Seco, Ojo Bueno, Loteo Varillas, Pampa Redonda, Río Verde, Cerro Sombrero, San Gregorio, Rinconada Bulnes y camino al Andino, entre otros sectores.
Finalmente, la testigo indicó que la garita que se encuentra fuera del terminal rural es utilizada por las personas que pernoctan en la calle, como refugio y baño.
El dueño del kiosco ubicado casi a la entrada al Registro Civil de la ciudad, Rigoberto Subiabre Ruiz, coincidió con lo señalado por la fuente anterior. Y añadió que antes, quienes pedían plata solían ir hasta su puesto de trabajo, para hacer lo mismo con quienes llegaban a comprar. “Cuando les paré el carro, se terminó”, contó.
Por su parte, Marlene, dueña del kiosco ubicado al lado del terminal, expresó lo mismo. “Eso ha sido una situación de siempre, aunque ahora no se ha visto tanto. No sé si estarán de vaciones...”, dijo, con un toque de humor. Agregó que muchos de quienes piden plata son usuarios del Hogar de Cristo. “A veces se ponen hostigosos y la gente llama a Carabineros”, concluyó.
Sin embargo, cabe señalar al respecto que, si bien como medio de comunicación se acogen las denuncias y reclamos de los vecinos, no hay que olvidar que se trata, la mayoría de las veces, de personas que padecen de alcoholismo y que viven en situación de calle, vulnerabilidad y exclusión social, por la discriminación y la falta de oportunidades de nuestra propia sociedad, que necesita ser más solidaria.