
“La militancia quiere un cambio, una nueva forma de hacer política y aceptamos el desafío con ganas”, expresó el dirigente. Agregó que de este proceso eleccionario percibe lo que él denominó como “un voto de esperanza en este nuevo liderazgo”.
Referido al evidente debilitamiento que manifiesta el partido luego de haber caído en las presidenciales, Henríquez manifestó que su principal intención es refundar el partido, y a partir de esa idea, lanzó una invitación a todos los militantes inactivos para participar.
“El partido está en muy mala situación, pero tampoco queremos esconder la basura debajo de la alfombra”, subrayó sinceramente, mientras expresaba que el partido ha perdido su identidad característica ligada a los trabajadores y al pueblo, dejando entrever que por estos días no existe departamento de acción social, lo cual habla de los problemas que se vienen arrastrando.
Con respecto a la forma en que piensa cautivar nuevamente a los militantes, esgrimió que la clave es la capacidad de articulación de distintos actores, por medio de una acción colectiva que tome las banderas.
“Tenemos la suerte de que la juventud ha visto representada su rebeldía natural y biológica a través del Partido Socialista”, sentenció.