El viernes recién pasado llegó hasta la Corporación Municipal para la Educación, Salud y Atención al Menor un funcionario de la Inspección del Trabajo para notificarle al secretario general del organismo, Orlando Estefó, el dictamen del Tribunal del Trabajo,... quien decidiera reincorporar a Julián Mancilla a su cargo de director de la Escuela Bernardo O’Higgins, sin embargo, éste no se encontraba en su oficina.
La inspectora del trabajo María Eugenia Burgos, decidió citarlo a las 15.30 horas en la Corporación para hacer efectiva la medida, pero esto tampoco ocurrió, ya que Estefó tampoco acudió o se excusó, pese a estar citado bajo apercibimiento legal.
La no presentación de la autoridad de la Cormupa se traduce ahora en una deuda más para la Corporación Municipal, ya que esto implica una sanción administrativa por parte de la Inspección del Trabajo, que va desde los tres millones 723 pesos a $ 11 millones 169 mil.
Por su parte, la Inspección del Trabajo informó a la magistrado que no se le pudo notificar al secretario general de la Cormupa que el docente había sido reincorporado a su cargo hasta el 30 de agosto, cuando se realice la audiencia preparatoria .
La Corporación Municipal había cesado de sus labores al presidente del Colegio de Profesores por un supuesto incumplimiento de sus funciones el 24 de junio pasado, luego de que la Corte Suprema denegara un recurso de protección a través del cual Mancilla procuraba dejar sin efecto la medida de destitución que le aplicó su empleador.
Al respecto, Estefó informó ayer que el viernes se emitió una resolución reincorporando a Julián Mancilla a su cargo, pero haciendo la salvedad de su derecho a apelar sobre la misma, “de hecho ésta fue presentada dentro del plazo que establecía la ley, es decir, antes del sábado”, precisó.
Respecto de la multa de la Inspección del Trabajo, Estefó señaló que este era un tema pendiente.
Por su parte, Mancilla catalogó el actuar de la Corporación Municipal como una falta de respeto contra la autoridad. “Esto es algo que no corresponde, es una actitud poco seria, irresponsable y yo diría hasta desobediente, a lo emanado por ambas autoridades (Tribunales e Inspección del Trabajo). Yo creo que aquí el capricho está por sobre la ideas, por sobre la razón, lo único que les interesa es despedirme a como de lugar. No comparecer ante la inspectora del trabajo me parece un hecho relevante, que de alguna manera debe ser sancionado con la multa que corresponda, la autoridad deberá emitir su última palabra, nosotros no somos quienes para juzgarlos, pero sí me parece tragicómico que una autoridad haya dejado su puesto de trabajo para no encontrarse con la inspectora provincial del trabajo”, señaló.