
La iniciativa nació a raíz de la necesidad de la empresa por abrirse a nuevos destinos, como una forma de aprovechar la experiencia obtenida en Estados Unidos. Por lo tanto, era urgente potenciar la oferta exportable de “alimentos nobles” (sin aditivos y debidamente certificados).
Europa surgió como meta comercial, pero las regulaciones con respecto al etiquetado, trazabilidad, inocuidad e información nutricional para el ingreso de alimentos, son más complejas.
Por ello, la empresa realizó un estudio con aporte IMA para caracterizar el mercado gourmet europeo y, particularmente, las disposiciones establecidas por cada uno para especias o condimentos y aceites de oliva aromatizados. Con estos antecedentes, fue posible determinar los vacíos que tenía Chilean Gourmet a lo largo de la elaboración de sus alimentos y en los estándares para su comercialización.