
Agregó que él tenía recaídas, en la que su conducta no era de las mejores, pero aún así -a su juicio- nada avala la utilización de la fuerza.
Producto de este hostigamiento y de los malestares propios de un tratamiento de rehabilitación, N.C.N. con una de sus sábanas tomó la drásticas medida de quitarse la vida, afortunadamente uno de sus compañeros advirtió la situación y logró rescatarlo, sin embargo, esto sucedió demasiado tarde, ya que actualmente el niño se encuentra en la UCI Pediátrica del recinto hospitalario, con un diagnóstico poco alentador.
La madre alega negligencia del centro médico, por el deficiente tratamiento que ha estado recibiendo, y no descarta iniciar acciones legales. “A mi hijo lo entregué sano y ahora se me está muriendo”, finalizó.