
Así lo informó, en esa oportunidad, una de las residentes del departamento 108, del Bloque 6 A -y quien ha asumido, espontáneamente, el papel de vocera-, Jazmín Urreola Infante.
Al respecto, la vecina del departamento 301, del Bloque 5 B, Nancy Solís Bachmann, confirmó lo informado por Urreola, agregando que funcionarios de dicha empresa repararon, el martes de la semana pasada, las planchas de las casetas de basura y que, en estos momentos, se encuentran a la espera de la respuesta de Salfa, con respecto a las futuras reparaciones que requiere la tubería del agua potable de los siete bloques.
Así mismo, según la misma vecina, dicha inmobiliaria ya habría recibido el diagnóstico de la situación completa de los bloques departamentos del Barrio Archipiélago de Chiloé, el que fue elaborado por la Dirección de Obras de la Municipalidad de Punta Arenas.
Agua potable
Por otro lado, Solís comentó que desde la semana pasada ya no sufren el corte en el suministro del agua potable. Ello, debido a que cada una de las 16 familias del Bloque 5 B aportó $ 1.000 para pagarle a un gásfiter que les reparara donde estaba roto. “Fue un arreglo para salir del paso”, dijo Solís.
El pasado sábado 31 de julio, a raíz de la escarcha, las tuberías de PVC del agua potable se congelaron y luego se rompieron, provocando que los vecinos de un ala de los siete bloques tuvieran que abrir y cerrar la llave de paso de la matriz a ratos, con el fin de evitar que los departamentos se inundaran.
Los residentes tuvieron que soportar esta situación durante, al menos, una semana. También, junto con hacerse público este problema, los mismos vecinos dieron a conocer un sinnúmero de deficiencias en la construcción del complejo habitacional de calle Ancud, entregado a sus propietarios en julio del 2008, y donde la Municipalidad de Punta Arenas actuó como Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS).
Según los vecinos, hay problemas de presión de agua, fallas en el encendido de los calefón, de filtración de agua y viento por las ventanas, de exceso de humedad -que provoca la aparición de hongos en las paredes-, los temporizadores que no encienden, entre otros, se suma el de los techos poco firmes, los que, frente a un temporal de viento no son capaces de resistir. Así quedó demostrado el 1 de mayo pasado, cuando ráfagas de hasta 110 km/h azotaron a Punta Arenas. La familia Pérez Vargas, habitante de uno de los departamentos del cuarto piso de uno de estos bloques, sufrió el desprendimiento de su techo.
Avances
Nancy Solís reconoció sentir temor de que los pequeños avances en los requerimientos que están solicitando los residentes de los bloques departamentos del Barrio Archipiélago de Chiloé, desde que su situación se hizo pública (a través de los medios de comunicación), no sigan prosperando. “Tengo miedo que esto quede hasta ahí no más”, expresó.
Sin embargo, hoy el ánimo de muchos de los demás residentes es distinto. Poco a poco, ven una luz de esperanza para la solución a todos estos problemas. Mientras, están a la espera de una solución que los haga vivir de manera tranquila.