
Las cámaras de seguridad registraron todos los movimientos de las supuestas compradoras, desde el minuto que ingresan a la tienda hasta que se retiran con el equipo robado, dentro de un bolso tipo cartera.
Observando detenidamente la secuencia de las imágenes que captaron las cámaras del local se logra establecer lo siguiente:
18.49`58”: ambas mujeres ingresan a Music Center. Una usa moño y cuelga una pañoleta al cuello, y quien finalmente es la que se roba el equipo.
18.50`46”: recorren el local mostrándose interesadas en algunos artículos.
18.51`05”: la mujer de la pañoleta le pone el ojo al computador personal, pero se da media vuelta y sigue “vitrineando”.
18.52`10”: salen de la esfera de la cámara, porque comienzan a ver otros productos, pero siempre dentro del local.
18.53`28”: regresan al punto inicial y esperan el momento para “atacar”.
18.53`58”: la amiga de azul, lentes oscuros en la cabeza y cartera negra se sienta en una silla del local.
18.54`09”: la “mechera” prepara el “ataque” y se coloca la cartera tipo bolso en el hombro del lado derecho y lo lleva abierto.
18.54`21”: en fracciones de segundos se agacha y detrás del mostrador saca el computador personal que esconde en el bolso.
18.54`24”: la amiga y cómplice que está sentada en la silla mueve una caja para tapar y dejar sin visión a la única persona que podía descubrir los movimientos malintencionados.
18.54`29”: la mujer pasa a su lado y pareciera decirle: “ya lo tengo”.
18.54`43”: ambas se retiran del local, sin comprar nada, y con “la felicidad del deber cumplido”.
Jorge Guic
El vicepresidente de la Cámara Franca, Jorge Guic, lamentó este tipo de situaciones delictuales que están ocurriendo a menudo al interior del recinto de avenida Bulnes. Dijo que hechos de este tipo se repiten con mucha frecuencia y por lo mismo se ven en la obligación de invertir en alarmas, sensores, guardias y cámaras. Entiende que esto no es grato para los clientes y lamenta que por una minoría, el público que acude a comprar, tenga muchas veces que verse como perseguida.
“Lo peor de todo es tener que estar preocupado, constantemente, de situaciones que no debieran ser el punto de atención”, indicó Guic.