“Aunque hemos tenido muchos casos de violación en éste llama la atención la brutalidad con que actuó el agresor”, declaró el fiscal Fernando Dobson Soto cuando en febrero formalizó a Pablo Daniel Miranda Miranda.
“La víctima sufrió lesiones graves y el ensañamiento fue realmente brutal”, dijo el fiscal, mostrándose muy impactado por este caso donde la víctima es una mujer de 50 años de edad, que presenta un retardo mental leve, y que atacada por una persona desquiciada de 22 años de edad, quien ingresó al domicilio de la víctima y la golpeó brutalmente y no contento con ello más encima la violó.
Fernando Dobson cerró la investigación y presentó acusación pidiendo 12 años de cárcel para Miranda Miranda, por el delito de violación. En el juicio espera exhibir un set de 12 fotografías correspondientes al sitio del suceso y que fueron tomadas por la Brigada de Delitos Sexuales, además de otras seis de la víctima, que muestran el rostro y las lesiones que recibió en este ataque sexual.
Violación
La violación fue cometida la madrugada del 28 de febrero, cuando Miranda Miranda llegó a la casa de la víctima, de 53 años de edad, en la villa Cardenal Raúl Silva Henríquez. “La mujer tras escuchar que golpeaban la puerta salió atemorizada a la calle donde fue interceptada por el imputado el que la introdujo a la fuerza al interior del domicilio, comenzando allí a agredirla con golpes de pie y puños en el rostro y cuerpo, para luego arrojarla al suelo y sacarle sus vestimentas”. En esos momentos el delincuente sació sus bajos instintos y violó a la mujer, “instantes en que le daba golpes de puño en el rostro y cuerpo, ante los gritos y llantos de la afectada, tras lo cual el acusado huyó del lugar, manifestándole a la víctima que iba a volver”.
A consecuencia de esto la mujer sufrió una “contusión nasal, equimosis muslo izquierdo, edema nasal, fractura nasal y desgarro horquilla valvular, lesiones todas de carácter grave”.
Prueba del acto criminal que cometió el sujeto es su propia declaración entregada a la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, donde confesó y detalló pormenorizadamente el ataque sexual. “Después de lo que hice me subí los pantalones y salí arrancando del lugar y me fui corriendo hasta una pampa. Ahí me puse a pensar en lo que había hecho, incluso pensé en matarme. Una vez más calmado regresé a mi casa. Tenía mi pantalón ensangrentado y cuando llegué me abrió la puerta mi hermana. Al preguntarme por lo sucedido le mentí diciendo que había peleado con unos sujetos”, confesó en su momento. A la madre le contó que le había pegado a una mujer, “pero no el resto”.
El acusado mantiene un proceso pendiente con la justicia por el delito de lesiones graves.