Después que el juez de Garantía Jaime Álvarez  no le creyera a José Hernández que el carro que un día sacó del supermercado lleno de cervezas no era más que una apuesta, y lo condenara a 100 días de presidio y al pago de una multa de cuatro UTM
($ 148.924), ayer la Corte de Apelaciones anuló la sentencia y el juicio simplificado y dispuso “la realización de un nuevo juicio”.
De esta forma los ministros resolvieron el recurso de nulidad que presentó el abogado defensor Cristian Opazo Aguilera, en contra de la decisión judicial que el 13 de julio condenó a su cliente como autor del delito de hurto simple de especies en perjuicio de supermercado Unimarc, hecho ilícito ocurrido el 28 de febrero.
El Tribunal de Alzada compartió la postura del defensor respecto a que la sentencia del juez, efectivamente, excedió el contenido del requerimiento formulado por el Ministerio Público contra el imputado, ya que en el fallo dio por establecida la apropiación de cervezas con el testimonio del guardia del local comercial, quien declaró en el juicio que ese día el detenido traspasó las cajas de seguridad, incluso la puerta de acceso al supermercado y “se dirigía hacia los estacionamientos del mismo con un carro con gran cantidad de cervezas, respecto de las cuales no exhibió boleta alguna y según sus dichos, habría manifestado no contar con ella”.
La impugnación va por el lado de que lo resuelto por el juez Jaime Álvarez se contradice con el requerimiento de la fiscalía que indica que José Hernández Uribe ingresó en estado de ebriedad al supermercado y desde el pasillo de licores sustrajo cervezas de distintas marcas, luego se dirigió a las cajas y traspasó las mismas sin pagar el valor de los productos, “siendo detectado y detenido antes de hacer abandono del recinto”.
Esto quiere decir que el fallo habla de una detención cuando se dirigía a los estacionamientos y la acusación fiscal de una detención antes de abandonar el supermercado.
La Corte de Apelaciones que “la sentencia ha incurrido en una abierta infracción al principio de la congruencia”. Por esto acogieron al recurso del abogado Opazo y declararon nula la sentencia y el respectivo juicio.
Apuesta
Este caso fue bien comentado en tribunales porque la fiscalía acusó a José Hernández de sustraer una importante cantidad de cervezas, sin embargo esta persona se defendió señalando que la mercadería que llevaba en el carro respondía a una apuesta, por eso nunca admitió responsabilidad y la fiscal Alejandra Guevara lo llevó a un juicio simplificado.
El mismo acusado declaró en estrados que ese 28 de febrero desafió a unos amigos a que era capaz de ingresar al supermercado con una polera con la leyenda: “El Rey de los huevones”, y pasar la mercadería por las cajas sin ser detectado por los guardias. Esta era la apuesta y los diez mil pesos entraron en juego.
“Nunca tuve la intención de sacar tremendo carro de cerveza, dónde me iba a tomar todo eso”, confesó el acusado en el juicio.
“El detenido me insistió en que todo era una broma”, declaró el carabinero que lo detuvo con cervezas avaluadas en $138.000.