El informe de la SIP que aclara crimen de Semana Santa

General
09/09/2010 a las 08:45
El informe que la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros preparó para el fiscal Eugenio Campos Lucero aclara el incendio y  crimen de Semana Santa, en la población Camilo Henríquez.
Una investigación de cuatro meses le permitió a la policía establecer la participación de las dos personas que actualmente permanecen en prisión preventiva por el homicidio del carpintero Sebastián Álvarez Díaz. Ellos son Alejandro Arturo Saldía Ojeda y Patricio Chadicady Barría.
El documento, que tiene fecha 9 de agosto de 2010, fue leído hace poco por el fiscal Campos en la audiencia donde se revisó la prisión preventiva de Chadicady. El defensor, Guillermo Ibacache, pedía la libertad de su cliente pero el juez la negó.
Este hecho de sangre se remonta al incendio del 2 de abril cuando luego de la remoción de escombros bomberos encontró el cuerpo de Sebastián Bernabé Álvarez Díaz.
“Conforme a las declaraciones entregadas por testigos e imputados, la inspección ocular, empadronamiento, revisión de set fotográficos, reconocimiento de especies, análisis de evidencia, conjuntamente con personal de Labocar se logró establecer la participación de los imputados Alejandro Arturo Saldía Ojeda y Patricio Chadicady Barría en la muerte de Sebastián Álvarez Díaz, incendio de su domicilio y robo de especies”. Así de lapidario es el informe de la Sip de Carabineros.
La investigación permitió establecer que la víctima estuvo compartiendo en su casa con un compañero de trabajo, hasta las dos de la madrugada, quedando solo posteriormente ya que este último se retiró.
Mientras esto acontecía, a 50 metros de la casa de la víctima, en el domicilio del imputado Chadicady Barría, ubicado en calle José Gregorio Argomedo 0688, se encontraban compartiendo y bebiendo alcohol los imputados Alejandro Saldía y Patricio Chadicady, conjuntamente con sus parejas, Magdalena Chiguay Mancilla y Paola González Barría, lo cual transcurrió con normalidad hasta las tres o cuatro de la madrugada, cuando Saldía Ojeda mantuvo una discusión con su cónyuge, la testigo Magdalena Chiguay, la que concluyó con una agresión mutua. Producto de esto la mujer se retiró, concurriendo a la casa de una amiga, identificada como María Muñoz Agüero, quien al prestar declaración a la policía confirmó los dichos de la testigo Chiguay Mansilla, señalando que ésta llegó a su casa, cerca de las tres de la mañana, llorando, debido a que había peleado con Saldía Ojeda”.
Homicidio
Este último salió a buscar a su mujer y es a partir de ese momento donde se desencadenan los hechos que terminaron con el homicidio de Álvarez Díaz, “debido a que los imputados Saldía y Chadicady no justifican los tiempos donde estuvieron, cerca o desde las cuatro a las ocho de la mañana, entrando en continuas contradicciones”.
Primero Saldía negó su participación en los hechos, pese a que éste le confesó el delito a su cónyuge Magdalena Chiguay, según detalla el informe policial.
En una segunda declaración, y ante el peso de las pruebas, testimoniales y físicas, como la incautación de las botas Columbia que Saldía sustrajo desde el domicilio del fallecido, éste terminó reconociendo su participación en el hecho inculpando a Chadicady como el autor director del homicidio, agregando que él amarró a la víctima con un cable eléctrico en sus manos y le pasó un cuchillo que sacó de la cocina para que lo asesinara, para posteriormente Chadicady prender fuego al domicilio, tirando ropa a la estufa magallánica ubicada en la cocina del inmueble siniestrado.
Mientras Saldía Ojeda, según su propia versión, encendió un cartón y lo lanzó al interior de la pieza del fondo sin medir las consecuencias de que esta casa se encontraba pareada al inmueble signado con el número 1908, morada del propio imputado Saldía Ojeda, que habitaba con su grupo familiar, sin evaluar los resultados que esto pudo tener para las personas que a esa hora dormían en la vivienda.
Suplementero
En los empadronamientos que realizó la Sip encontraron un testigo clave. El suplementero Bartolomé, quien manifestó que el día de los hechos, a las 08.05 horas aproximadamente, bajaba por Gaspar Marín y al llegar a Eusebio Lillo observó a dos individuos uno de los cuales le pidió un cigarrillo, percatándose que este tipo tenía sus manos ensangrentadas.
“Luego, el 4 de abril, observó a estos dos individuos en la portada del diario El Pingüino ya que se encontraban detenidos por la muerte de un vecino de calle Manuel Rengifo. Se le exhibió la portada de este matutino reconociendo en dependencias de la Sip a Patricio Chadicady como el individuo que le pidió cigarrillos y que tenía las manos ensangrentadas y a Saldía Ojeda como el individuo vecino de la víctima, las cuales eran las dos personas que vio el día de los hechos”.
Negó haber estado en el lugar de los hechos, lo cual fue revertido por una testigo que vive al costado norte del domicilio de la víctima de calle Manuel Rengifo, quien manifestó que cerca de las 06.30 a 07.00 escuchó un fuerte portazo en la reja del vecino por lo que se levantó observando dos individuos saliendo de la casa, símiles a Chadicady y Saldia Ojeda. Luego se fue a costar, escuchando fuertes golpes en la puerta de su casa, que le indicaban que su casa se estaba incendiando por lo que salió a verificar viendo que la casa de su vecino se encontraba envuelta en llamas, Orfelina Mansilla, Suegra de Saldía Ojeda. Este último declaró que Chadicady le había señalado el mismo día de los hechos que su suegra Orfelina lo había observado cuando salía del domicilio, después de asesinar a la víctima.

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