
El 17 de septiembre de 2004, en la madrugada, una pareja caminaba por España cuando fueron interceptados por dos sujetos quienes les pidieron cigarrillos y luego, bajo amenazas con un cuchillo, los llevaron hasta un sitio eriazo cercano al colegio Charles Darwin, donde la joven sufrió la violación por parte de uno de los antisociales. El pololo fue obligado a presenciar estos hechos y luego le robaron algunas pertenencias que portaba. Ambos lograron huir y hacer la denuncia. La justicia castigó al entonces menor de 16 años de iniciales V.A.S.A., a cumplir una pena que en total sumaba diez años.
Ayer el abogado defensor, Pablo Castro, solicitó sustituir la reclusión de este joven, de actuales 22 años, por un régimen semi cerrado. El magistrado Jaime Álvarez accedió y al término de la audiencia se fue libre (en la fotografía se retira del tribunal). Pero el saldo de pena, los cuatro años, deberá pernoctar por las noches en la cárcel juvenil de Río de los Ciervos.
Informes de buena conducta llevaron a que esta persona accediera a este beneficio. Aprobó bien los planes de intervención y estando preso terminó la enseñanza media. De esto dio fe en la audiencia el tutor del joven, el asistente social de Gendarmería, Rolando Salas. El abogado Castro dijo que al joven se le hizo un completo seguimiento, partiendo por la situación que presentó al ingresar a la cárcel y los logros que alcanzó estos años.