
Así lo expresó a través de un comunicado el presidente de la agrupación gremial, Alejandro Avendaño, quien fue enfático en aclarar que nada tienen contra la empresa que explota el lugar.
“No tenemos nada contra Geopark muy por el contrario, ellos están haciendo un buen trabajo que se expresa en sus buenos resultados y rentabilidad”, dijo Avendaño.
El dirigente expresó que los buenos resultados de la empresa privada se deben a la buena gestión y la labor conjunta que llevan a cabo los trabajadores y las jefaturas.
“La jefatura de todo nivel y geólogos están presente y en contacto directo con las faenas que se están desarrollando, adoptando decisiones instantáneas y oportunas junto a la faena y los pozos”, afirmó Avendaño.
Sin embargo, a juicio de Avendaño, estas prácticas son las que le faltan a la empresa estatal para revertir los magros resultados que presenta en los últimos años.
“(Los ejecutivos) no se la juegan por tener resultados positivos en su trabajo, reflejándose en una completa ausencia en la faena y eso indudablemente frustra al trabajador que está en el equipo, esperando respuesta a requerimientos que son necesarios resolver oportuna y rápidamente”, afirma el dirigente.
“Los ejecutivos de ENAP no escuchan a los trabajadores, muestra de ello es que un grupo de ex – trabajadores de perforaciones, incluso algunos todavía en la empresa y otros ya retirados, entregaron un informe donde aportaban antecedentes relevantes de pozos, donde ellos estuvieron presentes en la faena (como el caso de San Jorge 1, Almeja 2 y otros), en los cuales fueron pozos positivos, pero que sin embargo se taparon y dejaron fuera de producción; y finalmente los ejecutivos no hacen los esfuerzos por probar lo que dicen los trabajadores”, dice el presidente del sindicato .
Según los antecedentes aportados por Avendaño, el Bloque Fell de 3.700 Km2, registró entre los años 1967 a 1995 diferentes campañas de líneas sísmicas. ENAP perforó en dicho sector 150 pozos, sin obtener resultados productivos relevantes. A costos actuales las sísmicas y estos pozos significaron una inversión del orden de los US$ 450 mil millones.