
La actividad contó con la participación, como principal expositor, del director social nacional de la fundación, Benito Baranda Ferrán, quien dio a conocer el marco teórico-práctico para una cultura solidaria.
Asimismo, alumnos de los liceos San José y Experimental UMAG dieron a conocer sus experiencias como voluntarios.
Los estudiantes de segundo de enseñanza media de este último establecimiento, Paola Cárcamo y Marcos Cubillos, indicaron que la experiencia como voluntarios fue muy enriquecedora.
“(...) Hemos aprendido a respetar y a tener confianza entre nuestros mismos compañeros”, señaló Cárcamo.
Todos los viernes, desde hace cinco meses, “ayudamos a las tías en el jardín, no solamente en lo que es trabajo pedagógico, sino también en la limpieza y cuidando a los niños. Nos quedamos después de la jornada a limpiar”, contó Cubillos.
Formación social
“En los colegios, tanto de hombres como de mujeres, sería de desear una formación más social y más realista que prepara a los alumnos para abordar los problemas reales que los aguardan a la salida del colegio”, decía el fundador del Hogar de Cristo, San Alberto Hurtado.
El director social nacional de la institución, explicó que frente a las culturas de la violencia, el existismo y el consumismo, predominantes en la actualidad, es necesario desarrollar una pedagogía que permita cambiar miradas, relaciones y prácticas.
Asimismo, dar sentido a la vida en la solidaridad implica sentido de responsabilidad, sentido social, de justicia y de lo trascendente.
Por otro lado, el ejercicio positivo de la solidaridad significa coherencia, integridad, apertura a los demás y gratuidad.
“El Hogar de Cristo se ha empeñado, desde hace una década, en colaborar con la estructura escolar, con las escuelas, los liceos, los colegios, para ayudarlos en la formación social de los alumnos y alumnas que a ella acuden, junto con los apoderados. Y esto es parte de un ciclo que estamos realizando en todo Chile, donde juntamos algunos liceos y escuelas a reflexionar sobre estos temas, a compartir experiencias, y a ir construyendo un currículo social que permita tener la certeza de que estamos formando a los niños y niñas, de acuerdo a su desarrollo psicológico, también, para servir a los demás, para estar abiertos a la vida comunitaria y no para encerrarse en sí mismos y no tener esa vida comunitaria. Y yo creo que vamos por una buena senda, porque hemos tenido buenas experiencias”, señaló Baranda, tras un intermedio en la jornada.
Al ser consultado sobre cómo inculcar en los menores el concepto de la solidaridad, el director social nacional del Hogar de Cristo señaló que “hay dos instancias que son espectaculares para todos nosotros, que es la familia y el colegio. Uno pasa 14 o 13 años en la estructura escolar y es una brutalidad de tiempo. Y si uno lo hace bien en esa estructura escolar, con mucha facilidad entiendes que tú estás para servir a los demás. Y lo mismo la estructura familiar. Si en ésta hay adultos maduros que están disponibles para servir a otros, eso lo aprenden rápidamente nuestros hijos y con vínculos de voluntariado, de servicio a los demás y de saber que cuando tú tienes más recursos, esos recursos son para compartirlos con los demás; y de saber que el dolor de los demás impacta también tu dolor familiar o tu propio dolor dentro de la estructura escolar”.