
En un improvisado circuito que está casi frente a la entrada al muelle Mardones, correr sus pequeñas máquinas, las que incluso pueden alcanzar los 70 km/h y las dividen en tres categorías: Buggy , Truggy (que son algo más anchos y estables) y Libre. Los dos primeros son modelos a escala 1:8 y la libre permite competir con autos mucho más grandes.
Los pequeños bólidos son impulsados por motores a combustión interna que se alimentan de un cóctel de combustibles y lubricantes cuyos principales ingredientes son: nitrometano, metanol y aceite de ricino.
La actividad es abierta para quien quiera disfrutar de los modelos, especialmente los niños.