
Según versión de la menor, la madre la trajo bajo engaño desde Ancud, donde vivía con el padre. “Ella me fue a buscar y en el Tribunal de Familia me prometió muchas cosas, pero estando acá las cosas cambiaron y por eso me escapé de la casa, porque quiero volver con mi papá”. La niña declaró que estos días se ocultó y vivió bajo un puente, del sector sur, por la calle Ramón Freire. Para comer pedía ayuda a la gente que pasaba por el lugar y así pasó estos días. Por eso ayer fue llevada a constatar alguna eventual agresión sexual, siendo examinada en el servicio de Maternidad por el médico de turno, Walter Neracher.
Durante los tres meses que permaneció en Punta Arenas estudió en la Escuela Hernando de Magallanes y ahora será el Tribunal de Familia la instancia que resuelva la situación de la adolescente. Lo cierto es que lo único que no quiere es volver con su madre.