Descendientes de la isla grande de la región de Los Lagos compartieron experiencias y reconstruyeron sus vivencias en el extremo sur de América“Nosotros hicimos caminos para que hoy ustedes puedan transitar”. Resumió, con marcado acento argentino, José Enrique Cisternas, de 82 años de edad y oriundo de Ancud, el significativo aporte de los chilotes en tierras australes.
Cisternas, con más de seis décadas de residencia en Ushuaia, fue uno de los protagonistas del “V Encuentro Binacional de Antiguos Pobladores de la Patagonia”, que se realizó el miércoles último en el Museo Regional de Magallanes.
A la cita llegaron diecinueve representantes provenientes de Ushuaia, Puerto Natales, Puerto Williams, Porvenir y Punta Arenas. Todos descendientes de Chiloé o de estrechos lazos familiares con la isla. En un diálogo ameno y cargado de emotividad, compartieron sus vivencias.
“Estamos orgullosos de lo que hemos hecho. En lo personal junto a mi mujer (María Marín, nacida en Puerto Montt) le di todo a ese país –Argentina-. Trabajé en las fuerzas armadas y colaboré en la construcción y poblamiento de la zona. Es increíble ver cuanta gente de nuestra tierra y descendientes de ella, han sumado en beneficio del crecimiento y progreso de la patagonia”, comentó Cisternas, unos de los fundadores del Club Andino de la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y aún activo en el patinaje pese a su edad.
Durante el acto de recuperación colectiva de la historia patagónica no sólo se valoró la influencia chilota por los antiguos pobladores y descendientes directos de la isla. La valentía, esfuerzo y trabajo de los pioneros llegados al extremo austral, también cuenta con la admiración de los magallánicos.
