Un clima de tensión se ha instalado en las últimas semanas al interior del municipio de Punta Arenas. Y es que las nuevas contrataciones que el alcalde Vladimiro Mimica Cárcamo ha definido para ocupar importantes cargos dentro de la entidad edilicia al comenzar ya el “segundo tiempo” de su gestión, han generado suspicacias y preocupación entre la mayoría de los funcionarios municipales, pero sobre todo en algunos miembros de su concejo que no comparten las sorpresivas designaciones en el contexto de haber sido éstos otorgados a connotados dirigentes y operadores políticos, hoy ex funcionarios de los gobiernos anteriores de la Concertación.
Pero más allá de este planteamiento, la verdadera razón de fondo en el escenario municipal que vislumbran es una maniobra política de parte del asesor de Mimica, Domigo Rubilar, para sumar personas cercanas a él -la mayoría del PPD-   que trabajen de manera directa con los vecinos de la comuna con miras a reposicionarse para una eventual campaña electoral terminado su período.
Alma Alvaradejo (DC), ex directora regional del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) en la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), Maritza Oyarzo (PPD), ex seremi del Trabajo encargada de la realización de estudios y encuestas, y ahora último el arribo de la ex directora de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Ruth Simeone, al Palacio José Montes para hacerse cargo del Programa Jefas de Hogar del municipio son las incorporaciones estratégicas que dan cuenta de esa realidad, aseguraron ayer a este diario los concejales de la Alianza Vicente Karelovic (RN) y Antonio Ríspoli (UDI) y también el independiente Roberto Sahr.
Para Karelovic definitivamente en el municipio predomina un “mal clima”, producto de que Rubilar, el hombre que está detrás de Mimica, a su juicio “ha manejado las cosas tenebrosamente”, poniendo en evidencia una clara intención política. “Esto apunta a una concentración de cargos políticos que está ‘pepedeizando’ la entidad”, dijo la autoridad municipal, agregando que “es lamentable que sucedan estas cosas”.
El concejal, asimismo, adelantó que esta semana sostendrán una reunión con el sindicato de funcionarios de la municipalidad con el fin de “conversar con ellos, buscar un acercamiento ante una posible huelga que pueda ser perjudicial para la comunidad”.
Por su parte, Ríspoli considera que el alcalde Mimica al respecto debió haber tenido algún grado de deferencia con el concejo municipal en el sentido de que “el municipio lo conforman el alcalde más el concejo, conocer qué persona entra, con qué motivo, porque muchas veces nos enteramos de estas cosas por los medios”, indicó el concejal.
En tanto, Roberto Sahr, concejal independiente, fue el que puso en entredicho la relación de los planes electorales del supuesto clan político del edil con la llegada de estos rostros al municipio.
“Se ha hecho un pacto con la gente del PPD para potenciar la futura candidatura del alcalde, lo que se está viendo reflejado en que se están copando los puestos de ayuda social”, expresó Sahr.
Asimismo, afirmó que el malestar de los funcionarios iba por la vía de sentirse “menoscabados y atemorizados” por los cargos superiores a los que han ido llegando estas contrataciones.
De esta forma , el concejal manifestó: “Lo peor de todo es que  la mayoría de esta gente tiene cero experiencia en el funcionamiento de la gestión municipal, o sea, para Mimica ha predominado un criterio político más que profesional para llevar agua a sus molinos”.